Votar, es el acto político ciudadano más importante en las sociedades democráticas; y para los estudiosos de estos temas, necesariamente el comportamiento a explicar. Y aunque en México, se sabe poco acerca de qué razonamientos orillan a los ciudadanos a votar, a no hacerlo y además, por quién hacerlo; hoy trataremos de compartir con usted, algunas consideraciones al respecto.
Teóricamente lo que se trata de aclarar, es el porqué de las conductas que llevan cada vez más al abstencionismo, el voto nulo y los llamados swichers; en donde encontramos que existen básicamente tres teorías: La psicológica, la social y la denominada “elección racional”.
La teoría psicológica argumenta que: La tendencia del voto se explica por actitudes políticas aprendidas en la niñez, donde ejemplificando diremos, que alguien que nació y creció en una recalcitrante familia conservadora, inclinará su voto hacia un partido conservador.
Por otro lado, la teoría de tipo social afirma que: Existe una correlación directa entre el voto y las determinantes sociales de raza, clase social, región habitada, educación y religión entre otras. Y pudiera ejemplificarse diciendo que sería de lo más normal, que los trabajadores votaran por partidos de izquierda y los empresarios por partidos de derecha.
Y bajo el mismo contexto se puede sintetizar la teoría de la “elección racional” como: Aquella que afirma que los electores deciden abstenerse o votar, y votar por un candidato en especial; como producto de la decisión racional basada en el cálculo de utilidad sobre beneficios esperados, o la cercanía del candidato a su posición de ideales.
Siendo afectadas las tres teorías por variables a corto plazo como son: campañas políticas, perfil de candidatos, desempeño de los partidos en el poder, transformaciones organizacionales de los partidos y situaciones económicas y políticas prevalecientes en fechas cercanas a una elección.
Pero más allá del conocimiento teórico, lo cierto es que los interesados en el fenómeno, no han podido predecir las variaciones en el comportamiento electoral mexicano, debido a los cambios acelerados por procesos de: culturización, industrialización, urbanización, modernización, pero sobre todo de globalización, que inciden en la población. Quien además, es afectada principalmente por factores coyunturales con pesos específicos enormes, que sumados a la incredulidad, nos ponen periódicamente en la disyuntiva, como decía mi abuelita, de VOTAR O NO VOTAR, SIENDO ESTA LA CUESTIÓN.