- El ICA convocó a especialistas en la materia para discutir sobre la cultura
El Instituto Cultural de Aguascalientes, a propósito de las modificaciones hechas hace más de un año a la constitución donde se elevó la cultura a rango de derecho, organizó un foro de diálogo y debate donde se pusieron sobre la mesa temas centrales como la necesidad de articular reglamentos que hagan valer los cambios legislativos, la trascendencia de la educación artística, las obligaciones de las instituciones y las propias atribuciones de la sociedad civil.
En el foro participó gente del ICA, personas de la sociedad civil dedicadas a la actividad cultural e incluso gente que no está dentro de este ámbito pero que trabaja desde áreas donde igualmente las razones culturales inciden como es la cuestión criminalística que justamente ahora está azotando tan gravemente a varios estados de la república y para lo cual no se han tomado medidas preventivas sino correctivas.
El trabajo de prevención del delito, no es una cosa que se realice de seis meses antes sino que es más bien una cosa de años que se va trabajando desde diferentes trincheras, para educar a todas las personas y convencerlos de que la prevención del delito es un derecho y no una obligación en un sentido muy similar sucede con la cultura, que es también un derecho. Esta fue la aportación de Rogelio Romero Muñoz, especialistas en cuestiones de criminología.
A continuación de él participó Andrés Reyes, catedrático de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) y personaje cercano al ambiente cultural de la ciudad, quien dijo no iba a dar una opinión de experto sino puso sobre la mesa algunas cartas relacionadas con el tema de la cultura, como la conservación del acervo material e inmaterial, habló de que el reconocimiento social de la cultura es responsabilidad de las instituciones pero también de los ciudadanos.
Desde su perspectiva mencionó cinco propuestas concretas en torno a la conformación de una legislación cultural en el estado, es necesario consolidar lo referente al diseño de leyes y reglamentos que realmente hagan valer el derecho de acceso a la cultura, donde se especifiquen las obligaciones a cumplir y cuáles las sanciones si eso no sucede; propuso hacer un inventario tanto del patrimonio material e inmaterial no solamente de edificios antiguos, sino de todo lo referente al acervo cultural; habló del aspecto de la asignación de recursos donde además se permita incluso el ingreso no sólo de presupuestos públicos sino la misma intervención de la iniciativa privada, en este apartado podrían fomentarse incluso las empresas culturales. Además fue más allá, al proponer que dentro de cada propuesta de una nueva área habitacional se considere la intervención artística como parte de la edificación.
Entre los ponentes participó Wilfrido Salazar, que actualmente es parte de los colaboradores el Instituto Municipal Aguascalentense de la Cultura (IMAC) que habló sobre los cambios a la constitución y las leyes en torno al tema de la cultura hechas en el país, retomó también los alcances del programa de PROARTE que abarca sólo una pequeña proporción de la población estudiantil en nivel básico, siendo este un programa fundamental para la difusión de la cultura y la formación de públicos.
En el aspecto de la formación de los menores, Wilfrido planteó como una posibilidad retomar la idea de un animador cultural multidisciplinario que tenga conocimientos básicos de todas las artes para que luego las trasmitiera a los niños.
A un año, dos meses y quince días posteriores a la publicación de la reforma al artículo cuarto constitucional en Aguascalientes se convocó a personas de diferentes sectores involucrados de alguna manera con el aspecto cultural, para hablar sobre de qué forma se pueden y deben articular acciones específicas para hacer valer la iniciativa de la cultura como un derecho, aunque sean justamente estos los que mayor rezago tienen.
Citó en su ponencia las dos propuestas legislativas pendientes en el congreso local, donde hay varias coincidencias, diferencias y ausencias sobre las que habría de trabajarse para articular una propuesta legislativa más completa incluso tomando en consideración la ley ya existente en torno al patrimonio cultural.
Trajo también a colación el tema de las industrias culturales que de manera estéril han sido traídas a colación a la discusión porque en realidad es poco lo que se ha podido aplicar concretamente.
Quedaron nuevamente en el papel propuestas, ideas, iniciativas, posibilidades de crecimiento para la consolidación no solamente del marco legislativo o normativo sino dando vida a todo el aspecto cultural del estado donde tendrán que tomarse en consideración las voces de todos los involucrados con el proceso.