Quienes han vivido la experiencia de un encuentro nacional o internacional de cualquier materia, asunto, disciplina o negocio, llevan consigo una carga emocional que al unirse a otras genera una sensación de ser parte de algo importante y trascendente, y con seguridad así es. Nada como reunirse con los pares en los más variopintos temas y dejar que fluya de manera natural el lenguaje común y apasionado sobre algo en particular. Pero si a ese encuentro le agregamos el arte, y la posibilidad de invitar a otros a ser parte del mismo, no queda más que dejarse llevar. Con esta convocatoria ha llegado la sexta edición del Festival de Música de Cámara Aguascalientes. Como lo menciona el programa de actividades, es un sexenio que coincide con el término de un periodo de gobierno, lo que generalmente marca el fin de muchos proyectos. Los organizadores del Festival están seguros de que éste tendrá una séptima edición, y, traspasada esta barrera, una vida larga. Para la gran mayoría de los gobiernos, los recursos destinados a la cultura son fondos perdidos, y ante los recortes presupuestales las primeras áreas de castigo son precisamente las que fomentan, o deberían fomentar la cultura. Pero el económico no es el único factor que determina la sobrevivencia de un proyecto; igual de importante, como lo afirmó Horacio Franco durante una charla sostenida con él en la inauguración del Festival el domingo 19 de julio, es la creatividad humana, que ayuda más al arte y a la ciencia que el hecho de gastar montones de recursos, pues éstos no garantizan la calidad, sí en cambio la forma de distribuirlos y ser eficientes, “como lo ha demostrado durante años el festival número uno de este país, que es el Cervantino, o el Festival de México en el Centro Histórico”. En el caso del Festival de Música de Cámara, dijo: “Este festival además tiene realmente el enorme mérito, que no es un festival que tenga tantos recursos como tienen otros, y ya lleva seis, lo cual me parece verdaderamente encomiástico”.
Los Festivales, como el que ahora se vive con intensidad en Aguascalientes, son relevantes en todo el mundo. Horacio Franco afirma que “son organizaciones que promueven, difunden, fomentan el ejercicio de la música, el ejercicio de las artes… éste es un Festival que promueve y que difunde la educación a partir de las artes, es decir, la educación profesional o a profesionales jóvenes…, bien podría tener nada más conciertos, pero tiene un importantísimo peso académico, entonces es un Festival con un plus…, acercar profesionales jóvenes a un encuentro interinstitucional, auspiciado realmente por una iniciativa de la sociedad civil, lo que me parece todavía mucho más importante y trascendental”.
Si bien nuestro país no cuenta con una tradición musical como la europea, para el flautista mexicano éste no es un problema para el desarrollo de la música o de las artes en general, de hecho “no es que no tengamos tradición o cosas que valgan la pena, es un país mucho más joven y hay gente con capacidad de asombro y gente que quiere aprender, el problema es cómo aglutinas a esa gente, cómo la pones a trabajar en verdad eficientemente y cómo la misma infraestructura socioeconómica de este país, tan mal repartida la riqueza que está, no te permite en un momento dado, optimizar la calidad de estudio, las metodologías…
“Yo creo que lo que más importa es enseñar a los chicos a aprovechar su potencial y a tener una optimización de los estudios, y cómo en un momento dado puedes avanzar muchísimo y tener una vida de estudiante óptima, y es de las cosas que más faltan a los mexicanos…, tener toda la metodología para aprovechar todo el tiempo que te queda, porque muchos de estos chicos que estudian música no tienen la estructura socioeconómica para poder dedicarse a estudiar todo el día, no tienen becas, no tienen dinero, entonces tienen que trabajar, tienen que ir a huesear a restaurantes, a dar clases, y eso los hace perder el nivel.
Lo que hay que hacer es optimizar todos esos recursos, pocos que se tienen, para poder tener una infraestructura de estudio y una calidad de las horas que tengas para estudiar aprovechando toda la energía y todo el enfoque hacia la eficiencia…
“Me preocupa mucho que los mexicanos tengan fama de indisciplinados y flojos cuando no es que lo seamos por naturaleza, es que no nos ponemos la disciplina para trabajar… ¿Cómo te explicas que en Estados Unidos seamos los más trabajadores de la cadena productiva?… Este país no te exige más, pero el día que nos exijamos todos los parámetros que tenemos que exigirnos para convencernos de que vivimos en un país propio y no en uno rentado, como dice Denise Dresser, entonces vamos a tener toda la estructura en nosotros mismos, no sólo para la música sino en cualquier ámbito”.
En esta ocasión el maestro Horacio Franco solicitó ser parte de la plantilla docente del Festival, al que está unido por la entrañable amistad que tiene con Rafael Machado, principal promotor de este encuentro digno de recibir visitantes de todas partes de la república mexicana, pues para este momento el proyecto goza del respeto y aprecio como parte medular en el ambiente musical de nuestro país.
Una vez más falta mayor participación de los estudiantes de música de Aguascalientes, las dos carreras de música que hay en la entidad son las grandes ausentes; de los 29 grupos inscritos, sólo uno y medio son locales. La unión hace la fuerza, pero tal vez sea sólo una frase gastada, pues la Universidad Autónoma y el Instituto Cultural no supieron o no quisieron unirse para consolidar un proyecto que ya desde hace más de 10 años era urgente. Bienvenidos los jóvenes de Querétaro, DF, Zacatecas, Guanajuato, Puebla, Yucatán, Veracruz, San Luis Potosí, Chihuahua y de Medellín, Colombia.
Aún queda tiempo para disfrutar de la música de cámara en las manos, el aliento y el alma de quienes la interpretan con disciplina, calidad, respeto, pero sobre todo con un profundo amor a la música. ¡Viva el Festival de Música de Cámara Aguascalientes 2010!