- Hay inconsistencias y una denuncia ante la PROFEPA
- Se une a la defensa del área un grupo de estudiantes urbanistas
El municipio de Aguascalientes no puede empezar a construir en la zona del arroyo de Cobos el fraccionamiento Centenario de la Revolución aún cuando ellos digan que tienen el permiso de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), en primera instancia porque existe una denuncia de la sociedad civil en la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) en torno a la irrupción de maquinaria en áreas no permitidas, aseguró Agustín Bernal como parte de la asociación de propietarios de El Relicario y parte de las asociaciones en defensa de esta área natural.
“Incluso aunque hagan el depósito al fondo forestal para el cambio de uso de suelo que implicaría la devastación de un área de mezquitera y nopalera muy hermosa, aunque hicieran el depósito no es cierto que tengan el cambio de uso de suelo”.
La irrupción en áreas no permitidas, antes de tiempo, si se cumple la ley implicaría la suspensión de cualquier obra en este espacio porque es ilegal iniciar una obra sin contar la autorización del cambio de uso de suelo, los activistas tienen fotografías y la georeferencia de los espacios que fueron intervenidos.
Cometieron además las autoridades municipales un error procedimental que les impidió a los activistas acudir al momento adecuado de la consulta pública para conformar el manifiesto e impacto ambiental generado por el Instituto Municipal de la Vivienda de Aguascalientes (IMUVI) considerado una aberración por la cantidad de irregularidades hechas notar no sólo por los ecologistas sino incluso por un grupo de urbanistas en formación, estudiantes de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA).
“Como no acudimos en tiempo y forma porque para eso sí son super formales las autoridades, como no acudimos exactamente en los días en los que teníamos que haber hecho la consulta del manifiesto de impacto ambiental, no nos recibieron formalmente la cantidad de información que estuvimos llevando a la delegación federal de la SEMARNAT”.
Incluso en la autorización se manifiesta que no hubo alguna participación ciudadana en contra del mega-proyecto, lo cual es falso porque desde finales del año pasado los activistas han estado llevando información para demostrar la calidad biológica del sitio, la riqueza paleontológica y los servicios ambientales indispensables que no admiten un cambio de uso de suelo.
Mencionaron nuevamente la cantidad de flora, fauna y vestigios arqueológicos existentes en este espacio que son los que están en riesgo. Como parte de este proceso las organizaciones se hicieron acompañar de un grupo de urbanistas universitarios definidos Urbanistas unidos por el decrecimiento de Aguascalientes que tienen la plena convicción de que la verdadera necesidad del estado es hacer un replanteamiento del crecimiento de la ciudad donde se tomen en consideración de los espacios urbanizados ya existentes y por tanto evitar la destrucción de las pocas áreas verdes existentes. La propuesta es un decrecimiento sereno como un llamamiento al sentido común y a la renuncia al crecimiento ilimitado a costa de un mundo finito, al que más que dominar las personas deben integrarse.
La oferta específica de los jóvenes es que para cada fraccionamiento se haga una consulta pública dentro de cabildo; que el municipio deje de ser promotor de vivienda y cumpla su función de regulador donde lo correspondiente para el IMUVI es rescatar a los deudores del INFONAVIT e IVEA; que el departamento de urbanismo de la UAA en conjunto con las autoridades municipales desarrollen una metodología para realizar el ordenamiento territorial ausente; realizar un estudio donde se determine la demanda real de vivienda al año 2050.
Antes que la SEMARNAT otorgue los cambios de uso de suelo se cumpla con el artículo 121 del Reglamento de la ley forestal para el desarrollo sustentable que dice que los estudios técnicos justificativos deberán contener justificación técnica, económica y social que hasta la fecha no se ha respetado, entre otras.
Lo que no se ha puesto sobre la mesa es que el problema no es la controversia de ahora sobre fraccionar o no esta zona, tiene que ver con las posibilidades de extender la plancha de concreto que será más un problema que una solución teniendo de frente los efectos secundarios del cambio climático sin tener factores de mitigación que vuelvan menos hostil la situación.
Con este anuncio los activistas dejaron claro una vez más que darán la batalla hasta el final esperando que las autoridades respeten la legalidad que en este caso está del lado de los ciudadanos, dijeron los activistas.