- Acordaron evitar litigios como los desatados por la sucesión en el IEE y la CEDH
- No descarta Nora Ruvalcaba que se tome como botín político por PRI y PAN
La comisión de gobierno discutió ayer la solicitud de reelección de los comisionados que integran el Instituto de Transparencia del estado (ITEA), en la que pretendían repetir un período al frente de ese organismo sin que se emitiera convocatoria, y acordó de palabra que ésta sí será emitida puesto que así lo marca la ley.
Nora Ruvalcaba Gámez, diputada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) e integrante de esa comisión, informó que “tres integrantes del Instituto de Transparencia nos piden que antes de emitir la convocatoria les digamos si es factible su ratificación”, sin embargo, dijo, el consenso fue “emitir la convocatoria y que ellos mismos participen en un proceso en el que se va a elegir; es decir, tienen el derecho de ser reelectos, pero tienen que participar”.
Ruvalcaba Gámez afirmó que se llegó a ese acuerdo porque “tenemos dos procesos ya: uno, el de los consejeros (electorales), donde ellos aludieron que nosotros no les dimos la oportunidad de registrarse, y teníamos el otro que era el de Omar Williams (titular de la CEDH), que primero se decida si lo ratificamos o no y, en caso de que no, ahora sí vámonos a la convocatoria”.
Explicó que mientras el mecanismo de la sucesión en la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) contempla y reglamenta ese proceder, en el de transparencia no existe esa disposición y “es más bien similar al del Instituto Estatal Electoral”. De este modo, adelantó, “el secretario general (quedó) de elaborar un proyecto de convocatoria” que se abrirá a más tardar en septiembre para cumplir con la disposición legal de nombrar a la junta de gobierno del ITEA en el mes de octubre.
Al aclarar que para resultar electos los comisionados se requiere la mayoría calificada de 18 votos en el pleno legislativo, Ruvalcaba Gámez no descartó que en este primer proceso de renovación del ITEA se dé en los grupos mayoritarios un cabildeo similar al que se desató con el IEE y la CEDH y que se dé un reparto de posiciones entre las bancadas del PRI y el PAN.
“Si algo tienen los organismos ciudadanos, es precisamente todo lo contrario: no están ciudadanizados, sino que, por esta forma de seleccionarse, están más comprometidos con el partido que los pone, que realmente con la transparencia en este caso”, comentó.
Si bien consideró que en su primer proceso de renovación el ITEA puede estar en etapa de advertencia para que esto suceda, vinculó el concepto de transparencia y la labor del instituto con el caso de las cuentas públicas:
“Tenemos un Órgano Superior de Fiscalización al cual le hicimos una reforma constitucional para que pudiera funcionar de manera profesional y logró su cometido (…), pero de qué sirve que tengamos ese órgano profesional, cuando tenemos un órgano colegiado como el Congreso del estado, que sigue asumiendo las cuentas públicas como un botín electoral. Yo no creo que el Instituto de Transparencia haya garantizado el acceso a la información de muchas solicitudes que les hubieran presentado”, criticó.