- No fiarse de quienes prometen trabajo porque conocen a los empleadores
- Dejaron atrás a los braceros para solicitar profesionales y especialistas en diferentes áreas
Las empresas norteamericanas e incluso las canadienses para solicitar trabajadores mexicanos y otorgarles una visa de trabajo buscan perfiles muy específicos, para acceder a una de ellas se deben seguir una serie de trámites que incluso se realizan a través de los consulados, por eso no es bueno que las personas se fíen de desconocidos que prometen empleos en el norte porque generalmente terminan por ser timados, comentó Eugenio Herrera Nuño, Secretario técnico del Consejo Estatal de Población (COESPO), quien ha recibido ya información de este tipo de casos.
“Es gente que les dice, yo te llevo, dame tanto, yo tengo contacto con un empleador y a veces sí lo tienen, pero el que yo tenga contacto con un empleador no significa que ya por eso vayan a conseguir una visa de empleo temporal en el consulado”.
Eso sin contar que los perfiles solicitados se han ido modificando mucho, ahorita tienen demanda de estudiantes, una situación que anteriormente no se había presentado. Solicitan estudiantes interesados en recibir una especie de beca para aprender oficios relacionados con la industria hotelera. Son muchachos bilingües, saben de computación, interesados en áreas como la cocina y otros espacios dedicados a este mismo servicio.
Las propuestas son generalmente una beca por seis meses para aprender todas las cuestiones relacionadas con este sector para luego buscar un espacio donde ellos puedan desempeñarse. De principio enviar a estos jóvenes a Estados Unidos cuesta alrededor de 10 mil 500 dólares aunque esta cantidad se recupera luego porque las becas son bien remuneradas.
Esto para México representa una pérdida de inversiones porque por cada joven universitario, con competencias en el ámbito computacional, que domina más de un idioma y es especialista en ciertas áreas al país le costó al menos 40 millones de dólares por 25 jóvenes preparados.
Muchas veces no se toma en consideración la inversión que tanto las familias como los sistemas públicos de educación invierten en la formación de gente, que al final de cuentas no se quedan en su país de origen para ejercer los conocimientos que a lo largo de su formación adquirieron, finalmente hay una oportunidad en el extranjero donde les ofrecen trabajo con un buen sueldo, prestaciones y amplias oportunidades de desarrollo personal y profesional, quienes tienen esta oportunidad generalmente la prefieren.
México parece ser un país que no sabe qué hacer con ellos, “tú no los quieres te los regalo y a quién le dan pan que llore, porque además estos no son chavos que saques diez de cada salón, sacas uno por salón, cuánto gastaste en el salón para que te saliera ese garbanzo de a libra”.
Es una cuestión que debe de considerarse porque esta parece ser la tendencia de solicitud de trabajadores en los países desarrollados, ya dejaron atrás la figura del bracero tradicional que comúnmente iba a recoger las cosechas, sin embargo cada vez los procesos de producción están más automatizados y se ha ido dejando de lado esta mano de obra para cambiarla por gente con otro nivel de preparación.
Los importadores de mano de obra en Estados Unidos y Canadá están interesados en hablar en otro lenguaje para atraer otro tipo de migrantes a través de la oportunidad de las visas de empleo temporal por lo que es importante que quienes vayan en búsqueda del Sueño Americano traten de hacerlo de la manera más segura posible.