Afinar los últimos detalles les llevó unos cuantos minutos a los organizadores de la marcha por el orgullo gay, los representantes de las organizaciones se fueron reuniendo, los autos que iban a abrir el camino para los marchantes estaban ya en fila, aparecieron las banderas multicolor y las sonrisas se dibujaban en las mujeres tomadas de la mano y los hombres, algunos muy formales, otros simplemente con toda la intención de expresarse públicamente para dejar en claro su presencia dentro de la sociedad.
Comenzaron a andar por la avenida López Mateos, la marcha iba encabezada por una manta conmemorativa de la novena marcha, enseguida una bandera gay y la comitiva fue cerrada por un carro alegórico donde tres mujeres, dos de negro y una de atuendo blanco seductor, bailaban al ritmo de los tambores. La marcha siguió su recorrido hasta llegar al centro de la ciudad que simbólicamente es un espacio de reunión, manifestación y donde más de un grupo ha levantado la voz contra la represión.
Un grupo de organizaciones en pro de la defensa de los derechos de la comunidad de la diversidad sexual participaron en la novena marcha por el orgullo lésbico, gay, bisexual, transgénero, trasvesti e intersexual (LGTTTI) de Aguascalientes. Las tres peticiones de la comunidad local es el acceso a la unión legal entre las personas del mismo sexo, erradicar la discriminación social y generar políticas públicas en pro de la comunidad. El argumento que en más de una ocasión ha servido para hablar de las personas homosexuales es justamente que “ellos” como a mucha gente le da por llamar, son también seres humanos con emociones, sentimientos y una vida, con el derecho de desarrollarla sin tener que verse reprimidos por la ignorancia y la intransigencia del resto de la sociedad.
En este momento, el grito de la comunidad de la diversidad sexual en Aguascalientes es concreto, son parte del grupo ciudadano en cualquier lugar donde viven, lo único que buscan es respeto por los derechos humanos básicos que incluso debieran ser otorgados a este grupo sin necesidad de pelearlos. En este sentido manifestaron su desacuerdo con las declaraciones vertidas por el diputado Jesús Martínez, presidente de la Comisión de Derechos Humanos dentro del Congreso del estado, respecto a que no pasará la iniciativa de sociedades de convivencia; para ellos este tema no está a discusión y la actitud del funcionario es digna de sanción por ser un acto de discriminación que está penalizado.
Más allá de un momento festivo o de “jolgorio”, la marcha por el orgullo gay es una voz que se levanta no sólo para exigir el cumplimiento de los derechos de la comunidad de la diversidad sexual sino para abatir la ignorancia de las personas respecto de quienes tienen preferencias distintas de las heterosexuales porque en realidad el “desprecio” por este grupo de personas en muchas ocasiones se debe al desconocimiento de su verdadero ser.
Ahora que se han establecido los llamados “derechos de tercera generación”, la realidad es que este piso básico es para todos y todas las personas integrantes de una sociedad donde la preferencia sexual no es un impedimento para el desarrollo pleno de las personas, dentro de estos principios debe estar la protección de las relaciones de pareja entre las personas incluyendo las uniones entre hombres y mujeres, además del respeto al proceso de adopción de hijos, porque los argumentos contrarios a esta exigencia no tiene un fundamento real.
“Aparte de ser una marcha de orgullo porque nos sentimos orgullosos, orgullosas de ser gays, de ser lesbianas, de ser trans, es también una exigencia de derechos donde pedimos que se respete el Estado de Derecho, que se hagan nuevas políticas públicas, legislaciones incluyentes con la diversidad sexual. Decirle a las autoridades que nos tomen en cuenta que si exigimos los mismos derechos también ofrecemos responder con las mismas obligaciones”.
Este es un movimiento que se manifiesta una vez por año, de esta forma tan pública pero en realidad el resto de los días del año están en constante trabajo cada uno desde su trinchera, desde su familia, su espacio de trabajo.