A quince días de las elecciones, dominan los claroscuros
Tortillas proselitistas
Campañas en la UAA y en el transporte colectivo
Sobre la mesa. Ya es tiempo de que ambos candidatos, Carlos Lozano y Martín Orozco se sienten y de cara a la ciudadanía muestren de una vez y para siempre la cantidad de terrenos, dinero, autos, joyas, casas, tiempos compartidos que tienen.
A menos de 15 días de la elección a ambos les siguen creciendo los enanos y mientras que a Orozco le brotan más esquinas, a Lozano le empiezan a salir las demandas.
Si no hay nada que ocultar ¿por qué no se sientan a mostrarnos todo lo que tienen? El argumento de la inseguridad parece no ser válido a estas alturas del partido. La democracia trae en el ADN la rendición de cuentas y la transparencia, ya lo dijo José Woldenberg la vez más reciente que visitó Aguascalientes.
Mientras no se sienten a mostrar realmente con todo lo que cuentan corren el riesgo que que la ciudadanía enterada empiece a tacharlos de antidemocráticos, a ambos. ¿O será que tan chiquitos y orejones nos ven, como para considerar que no hay formas de presión social para exigirles cuentas?
Abran sus cartas, no es una solicitud, es una exigencia de la ciudadanía. Cualquiera de los dos tiene amplias expectativas de ser gobernador. Muestren que tienen la altura para el encargo empezando por lo básico: transparencia y rendición de cuentas.
Lozano hasta en la tortillas. Con motivo de las campañas hay ciertos sectores económicos que se han reactivado, como el de la publicidad. Por la calle han rodado desde los clásicos volantes que terminan en menos de un minuto en la basura, los llaveros, destapadores, delantales, bolsas del mandado, vasos, pelotas, playeras, cachuchas, calcas, toda clase de "recuerdos" similares a los que reparten las compañías refresqueras, todo para que tenga usted vigente a los candidatos y al momento de votar se acuerde con qué destapador abrió su última “chela” o la bolsa donde cargó las tortillas.
Y hablando de tortillas, menuda asoleada se llevaron ayer los clientes de una tortillería cercana a la colonia Las Flores, que tuvieron que esperar cerca de 30 minutos en la fila a fin de ser atendidos, ya que los empleados del local no se daban abasto para surtir los kilos de tortilla que el candidato del PRI, mandó comprar para uno de sus magnos eventos. Volviendo al "merchandising", las tortillas también contaban con su dosis de proselitismo, pues estaban envueltas en un papel que decía “Lo sano es la Tortilla”, con la firme intención de que se acuerde quien le proporcionó el último taco de sal que se comió.
El transporte público y la Universidad Autónoma tienen cosas en común y una de ellas es el apoyo al candidato del PRI a la gubernatura.
El titular de la dirección de transporte público apoyaba por cuenta propia al candidato panista y eso se vio cuando empezaron a aparecer camiones con la cara, el nombre y los slogans de Martín Orozco por las calles de Aguascalientes.
Con los concesionarios el trato había sido cierto número de camiones y solamente el permiso de pegar la propaganda en un espacio a ambos costados de esos vehículos; sin embargo, en algunas unidades no se respetó y las mega calcas cubrieron los dos lados y la parte trasera de la carrocería. Así de ferviente era el apoyo al panista.
Pero después, se dijo a los concesionarios que esas unidades portarían ahora la imagen de Carlos Lozano de la Torre y que no importaba que tuvieran contratos en los que tuvieran que cumplir con un tiempo de exhibición o una determinada cantidad de unidades porque eran “órdenes del gobernador”.
Mientras tanto, en algunos grupos de varias carreras, especialmente de Ciencias Sociales y Humanidades, se ha detectado que mientras a los automovilistas les impide entrar si portan algún artículo propagandístico sea del color que sea, hay estudiantes vestidos con playeras o camisas con los colores del PRI y el nombre e imagen de campaña de sus candidatos. Algunos de ellos, miembros de la Federación de Estudiantes de la UAA (FEUAA).
Su función es “preguntar” a sus compañeros de clase por quién van a votar el 4 de julio y, en caso de obtener una respuesta que no sea “por Carlos Lozano”, acosarlos y señalarlos para tratar de incidir en su decisión.