- Dentro del festejo de cierre de campaña
Aproximadamente 15 mil personas vieron ayer en el coso Monumental dentro del festival de cierre de campaña de uno de los aspirantes al poder del estado, como los ganaderos de la región hicieron un aseo a sus mangas, agrupando un encierro sin casta y prácticamente de deshecho según el juego que dieron; quede condonado de la crítica el criadero de Jesús Cabrera que resultó excelente, de bravura, nobleza y buen estilo pero que fue malgastado al no planteársele desde el inicio cabalmente una faena a su rango.
De ocho matadores dos fueron los que expresaron lo más torero: Fabián Barba y Mario Aguilar, muy a pesar de la cantidad de orejas que en ánimo festivo, dadivoso y complaciente, estrechando desde ahora mismo una relación amiguista con el virtual ganador de la contienda política del venidero domingo, se ordenaron del balcón de la “autoridad”.
Bueno Fue el cumplido capotero de José María Luévano al responsabilizarse del de Santa Fe del Campo que dio apertura a la alegre función; para la hora de la muleta el diestro encontró en un atemperado cuadrúpedo, el campo fértil para cultivar su firmeza y aspecto de lidiador, estructurando una faena con mezcla de pases recios unos y estéticos los menos. Pese a su defectuosa estocada le regalaron dos orejas.
Lamentablemente Fernando Ochoa no pudo enseñar la faena que merecía el formidable bovino de Jesús Cabrera, mismo que acabó saliendo con la percha en alto por no habérsele planteado la lidia, pero que dio dos primeros tercios muy claros, de embestidas encastadas y limpías. Entre las cosas que evitaron mayores diligencias fueron la indecisión al principio y el aire después. Pinchazo y bajonazo acabaron con su vida.
Desbordante de entusiasmo fue el inicio de la labor de Israel Téllez; si el cierto arrebato rebasó en algo el deseo de lucimiento con la capa, ¡tres parezasos de banderillas ejecutó con atino, arte y exposición! Si acaso hubo momentos sustanciosos en la parte muletera fue por el tozudo ánimo del guanajuatense, con ello sobreponiéndose a los no fáciles condiciones de la res de Medina Ibarra. El uso que hizo de la espada ahí quedó como mal ejemplo, sin embargo cortó una oreja.
Posterior a una labor capotera mal hecha, Juan Antonio Adame clavó tres pares de banderillas con mucho poder físico; en el tercio de la sarga nada aconteció, la culpa mayor fueron los kilos excesivos del toro de Claudio Huerta, que por esto se atornilló reciamente en la carpeta arenosa. Con estocada tendida terminó el cuadro.
En el quinto de la tarde solamente valió la pena la solvencia y aseo toreros de Fabián Barba quien siempre su sarga bien presentada sacó buen partido al manso peligroso de Rosas Viejas, no sin sufrir un susto tremendo. Confeccionó sin embargo lo más torero de la función cortando dos orejas pese a la estocada caída.
Víctor Mora dio lo mejor de su intervención con las banderillas y con su empeño; el peligroso pitón derecho y la sosería del izquierdo del de Campo Grande no dieron para más. Tardía fue la estocada, también le pesó el descabello, oyó dos avisos y se tapó entre alta silbatina.
Se soportó la ineptitud taurina de José Manuel Montes ante el soso y complejo bovino de San Isidro. Mucho del anti toreo se comprimió en el joven de Aguascalientes; hubo de todo menos un buen pase aunque haya sido huérfano de ligazón. Un bajonazo fue el entonado fin de todo lo dicho.
La mansedumbre y peligrosidad del de Santa Bárbara no impidió que a Mario Aguilar se le gozara una faena torera, entendida, de mucha aplicación y en la que emergieron muletazos muy acompasados y meritorios. El errado empleo del arma antes de la buena estocada no manchó la decisión de premiársele con un apéndice.
ADAME, UNA OREJA EN SORIA
El aguascalentense Joselito Adame cortó una oreja ayer en la población española de Soria; el azteca se entendió con el tercer toro de la tarde que fue noble, logrando igualar en número de orejas al “Juli”. Por su lado Perera sacó el peor lote y cumplió aseadamente. FICHA: 3ª de Feria. Tres cuartos. Toros de Albarreal, manejables pero bajos de raza.
El Juli, oreja y saludos.
Miguel Ángel Perera, silencio y ovación
Joselito Adame, oreja y ovación tras aviso
SILVETI SIN SUERTE
El novillero Diego Silveti no tuvo suerte ayer en Barcelona al llevarse el peor lote; Juan del Álamo fue el que cortó una oreja en tanto Tomás Duffau dio vuelta al ruedo. FICHA: Un cuarto de entrada. Novillos de Yerbabuena, desiguales de presentación. Nobles pero justos de fuerzas.
Thomas Duffau, saludos y vuelta.
Juan del Álamo, oreja y silencio.
Diego Silveti, saludos tras aviso y saludos tras aviso.