Aunque la lluvia arruinó un poco el programa previsto para la clausura de los talleres del Centro de artes y oficios de igual manera se realizó en medio de un aguacero recién contenido. Los trabajos de los estudiantes de los talleres de vitrales, carpintería, cerámica, herrería y textiles, además de un curso para niños donde se trabaja un poco de diferentes técnicas, comentó Aida Rangel Rodríguez, directora de este espacio.
La clausura de este ciclo escolar la concluyeron con 150 personas, entre quienes predomina de manera importante quienes han vuelto en más de una ocasión para tomar el mismo taller y en cada ocasión crear nuevas artesanías o en su caso hay también quienes han pasado ya por todos los talleres existentes. Aunque el ciclo de sesiones se cierra hasta el próximo 26 de junio, ellos decidieron terminar con las clases y mostrar los trabajos ahora para que quienes pudieran estar interesados en asistir a las actividades de verano vean los trabajos que realizan. Los cursos de verano serán del 5 al 31 de julio.
El ingreso va para los niños desde los seis años y para la etapa de “adultos” desde los 14 años de edad, el costo es muy accesible pero no cubre los materiales a utilizar durante el taller esos corren a cargo de cada uno de los asistentes, esto debido a que cada persona tiene su propio proyecto, cada caso es particular y van requiriendo el material conforme se ponen a crear. En el caso particular de los talleres de verano desde un inicio se les especifica a los estudiantes hasta donde van a poder llegar porque el tiempo es corto y entonces no se puede hacer por ejemplo un vitral para un domo, pero sí cosas pequeñas.
“Aquí la mayoría de la gente son adultos, también tenemos niños pero son minoría, hay una cantidad pequeña de jóvenes, ellos son los que permanecen más. Está oscilando la matrícula pero así estables que no se muevan ya son como 120 y de ahí vamos a 170 y bajamos a 150”.
El Centro de artes y oficios como cualquier otro tiene carencias en todas sus áreas, pero en realidad es imposible creer que se puede vivir en una situación idónea. En realidad en los talleres se tiene material básico para trabajar, pero siempre les harán falta más cantidad y mejores herramientas, pero siempre habrá pendientes por hacer realidad.
Sin embargo —comenta la directora del centro Aida Rangel Rodríguez— la mayor carencia es la cuestión de difusión del espacio pues mucha gente incluso de la ciudad desconoce la existencia de este lugar y la riqueza que hay dentro de él. Desde su perspectiva haría falta tener mayor cantidad de actividades durante el año e incluso aprovechar este espacio para hacer muestras artesanales durante los festivales, como el de Calaveras o la propia Feria de San Marcos.
“Este centro aquí donde está tiene 30 años y no lo conocen, mi detector son los taxis, me subo a un taxi y le digo me lleva al centro de artes y oficios y se quedan dos cuadras tratando de adivinar y hasta que por fin te preguntan donde está”.
En el centro tienen además un espacio donde venden parte de los productos que los artesanos crean, como las cosas de cerámica o los mismos textiles, las ventas van al ritmo de la propia economía de la ciudad, sin embargo lo que más tienen son pedidos específicos, aunque fue muy clara al comentar que el dinero ingresado a través de este espacio no se invierte de manera directa para el espacio sino que ingresa a las arcas del Instituto Cultural de Aguascalientes.