- Colocan al escritor de teatro como centro de debate
El género dentro de la creación dramatúrgica se ha ido transformando hasta ser un elemento poco importante dentro del proceso creativo de quienes escriben para la escena. Lo verdaderamente importante es tener claro qué quieren decir, cómo van a transmitirlo y sobre todo poner el corazón, las tripas y la existencia para generar el acto creativo en el que cada uno de ellos cree.
El dramaturgo como creador de ficción, hombre al servicio de ese acto que pareciera una maldición que implica contar historias ha sido el centro de la atención del Primer encuentro de dramaturgos organizado por el grupo informativo A escena, el foro cultural Tercera Llamada y el dramaturgo Juan Manuel Bárcenas.
En esta mesa de diálogo pensada en torno a los géneros dentro de la dramaturgia y el propio cuestionamiento de si habrá un nuevo género para este contexto, en la mesa participaron Marcela Morán, Carlos Velasco y Eduardo López, todos ellos de Aguascalientes; Roberto Vázquez, del Distrito Federal y Gabriel Brito de Acapulco. Todos ellos expresaron desde sus propias experiencias y con su matiz muy particular lo que es la dramaturgia en sus vidas y como la han hecho una forma de vida.
En esa mesa, Marcela Morán ha sido al tiempo actriz, directora y dramaturga eso le ha dado una perspectiva que le permite afirmar que escribir teatro es lo mismo que actuarlo. La dramaturgia es un ejercicio con responsabilidad tripartita pues alguien escribe, esa obra es entregada a un director y finalmente hay un actor que en escena hace una doble interpretación, la primera al momento de leer el texto para sí, la segunda en escena cuando se vuelve personaje.
Eduardo López decidió citar en más de una ocasión, aquella hermosa imagen memorable que representa el nombre de Heráclito y describe el devenir porque ni el río es el mismo ni las personas son las mismas por eso nadie se vaya en el mismo río dos veces. Al hacer referencia del movimiento en el teatro como surgió, cómo se fue modificando y cómo se manifiesta en el momento actual, qué tipo de teatro es que el que ahora debe hacerse o se hace.
Para Roberto Vázquez que ha vivido de cerca la función social del teatro, este ejercicio artístico tiene precisamente la función de cambiar al mundo para volverlo algo mejor para todos los que lo habitan; el coincidió con esa idea general de que el género no es importante dentro del proceso creativo siempre y cuando existe un entendimiento cercano entre el creador y su propia obra.
Finalmente, antes del proceso de intercambio de ideas con el público, Gabriel Brito habló de su experiencia propia y de los comentarios hechos con otros sobre la necesidad de definir el género en una creación, como dramaturgo consideró que actualmente es muy complejo definir una sola manera de interpretar un texto dramático y su ejercicio ha sido más bien transgresor, pero como director la definición de un género le ha servido como referencia del cuerpo de la obra.
Sin embargo la creación teatral tiene está prácticamente ligada con la forma en que se vive, es necesario potenciar la creación para entender nuestro tiempo. Para Brito el nacimiento de un nuevo género teatral no depende del deseo de una persona o un grupo sino que es más bien resultado de un proceso histórico que incluso les puede llevar mucho más tiempo o quizá nunca suceda es una cuestión que no depende al cien por ciento de los creadores.