Lamentable. Desde esta redacción enviamos un sentido pésame a la familia Landín Olivares por lo ocurrido en la ciudad de México el viernes por la noche. Ojalá que la clase política se mantenga al margen de caer en la tentación de utilizar el hecho lamentable como bandera de campaña. Se verían definitivamente muy mal si así lo hicieran.
Dicen que el discípulo supera al maestro, y si esta sentencia es correcta, un buen ejemplo podría ser el Partido Acción Nacional, que ahora da lecciones de organización a su viejo maestro, el Revolucionario Institucional, que con ochenta y un años a cuestas muestra lentitud, desorganización y falta de espectacularidad en algunos de sus eventos.
Así ocurrió ayer, en la muy anunciada visita de la líder nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel: tras un escenario modesto, destacaba una enorme bandera del partido (o sea con los colores nacionales), a los lados unas ínfimas lonitas de los otros dos partidos de la coalición. Alrededor de la plaza se colocaron otra serie de lonas con los rostros de los candidatos, mientras hace apenas unos días el PAN desplegó tecnología, audio, iluminación y pantallas gigantes en el relanzamiento de su campaña con la dupla Orozco-Herrera, el de ayer, con los priístas, quedó notoriamente atrás.
Pero no sólo eso: también ahora los discípulos han superado a sus maestros en el arte de regalar lonches y refrescos y llevar a pasear a cientos o miles de acarreados desde sus comunidades y lugares de vivienda hasta el centro de sus mítines. En la fila de camiones que arribaron a la avenida Adolfo López Mateos, -para no causar sospecha- se registraron al menos 40 ausencias: nunca llegaron los “simpatizantes” procedentes de Calvillo, Cosío y de buena parte del distrito XVIII, por el cual compite, Juan Manuel Gómez, ex secretario de desarrollo social. Al parecer los “Construbonos” de 90 pesos que repartió el equipo del aspirante a gobernador del PRI, resultaron de poco interés.
En el patio de sillas dispuestas para los asistentes se podían observar lagunas. Al PRI (y sus aliados minúsculos) le faltó acarreados o le falló la organización, porque a pesar de la abundancia de banderas, matracas, bombos, platillos y todo tipo inimaginable de instrumentos ruidosos, la convocatoria priísta se quedó en eso: mucho ruido y pocas nueces.
Dicen que en el desaire tuvieron que ver los fuertes resquebrajamientos en la estructura del Partido Verde, el tercero en la Alianza, esos que a pesar de que los niega el presidente local del partido, Sergio Augusto López, quien no suda ni se acongoja, al fin él y su camarilla –Rubén Galaviz y Catalina Azcona-, ya negociaron sus próximas prebendas y puestos para asegurar que seguirán cobrando y que nos les faltarán puestos por algunos años más, de los que sacar ventaja.
Por lo demás, los discursos pronunciados fueron todos desangelados. No brilló ni siquiera el de la ex gobernadora de Tlaxcala, a quien le gusta lucirse en los terrenos de la disertación. La que más aplausos “naturales” se llevó fue Lorena Martínez, quien otra vez apostó por un discurso breve, emotivo y uno que otro ladrillazo para el PAN y su controvertida e insípida campaña. El discurso de Carlos Lozano, llegó a tope a la mitad de su mensaje, por populista no por brillante, al referir su propuesta de eliminar la tenencia vehicular.
Del resto, el discurso del candidato a la gubernatura fue un recital de propuestas, tal vez más para convencer a la dirigente nacional del tricolor que al auditorio. Recordemos que Beatriz Paredes tenía sus preferencias con Lorena Martínez, y que Carlos Lozano no era precisamente su gallo para la candidatura.
A los que se vio muy organizaditos y ondeando cuanta bandera alcanzaron a coser fue a los militantes de Nueva Alianza. ¿A dónde va el presupuesto que el IEA le cede al SNTE? ¡A las campañas, amigos!
A propuesta del alcalde capitalino, Adrián Ventura Dávila, ya comenzaron a realizarse las especies de “comparecencias” en las diferentes dependencias municipales, la primera en probarse ante los regidores de Aguascalientes fue la de obras públicas.
Pero por más interesante que esto parezca, fueron sólo alrededor de 5 los ediles que acudieron a la presentación del informe realizado por el titular de SOPMA, Víctor Dávila Bernal, a pesar de que el cabildo está compuesto por 17 regidores.
Ahora, toca el turno de otra comisión, con la intención de conocer cuáles son los procedimientos y las actividades hasta ahora, puesto que los ediles prefieren estas reuniones privadas a llevar ante la opinión pública a los funcionarios municipales, como sucedió en el caso de la secretaría de administración.