- ¿Declinaría Nora por Orozco?
- Desde el Estado de México con amor
- Las puertas de acceso al estado y sus claridades
En el PRD se encuentran temerosos de que Jesús Ortega pueda negociar la declinación de Nora Ruvalcaba a favor del panista Martín Orozco. Luego de que en un medio de circulación nacional se publicara la presunta orden de Ortega, acá en Aguascalientes pusieron sus barbas a remojar y por lo pronto la candidata de ese partido asegura que no renunciará.
Aunque luego Ortega declaró en otro medio nacional lo que a su juicio es una incongruencia, que mientras que acá en Aguascalientes se deje competir a un candidato con una orden de aprehensión, allá en Quintana Roo se haya privado de su libertad a su gallo.
Estas declaraciones tranquilizaron un poco a los amarillos de acá.
Los refuerzos del Estado de México. Mucho se ha dicho de las “inversiones” que está haciendo el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto en las campañas que se desarrollan en doce entidades de la República, a fin de ganar adeptos al interior de su partido en su búsqueda de habitar Los Pinos.
Entre estas “inversiones”, -de lo que se ve-, podemos mencionar las camionetas en que Lorena Martínez y Carlos Lozano, transportan a su equipo de campaña, las cuales portan placas del terruño que gobierna el engominado Peña Nieto. Ni más ni menos, las plantitas que ayer regaló Lorena en una colonia del sur de la ciudad, salieron de unos viveros del Estado de México.
Se sienten amenazados. La ex diputada federal, Alma Hilda Medina acusó ayer al diputado José Robles de utilizar una banda para atemorizar a los brigadistas panistas en el distrito quinto.
Con ofensas verbales, dice que el diputado acude a provocar a los que tienen como encargo colgar lonas, pero que no va solo, sino con un grupo de jóvenes y una patrulla que lo vigila desde lejos.
A pesar de lo grave que pareciera la situación, la panista dijo no estar segura de presentar alguna denuncia formal, porque “a un diputado no se le puede hacer nada”. Vaya, ni en el tema electoral dejaron antecedentes de estos actos incivilizados. Pues a salivazos las cosas no van a cambiar y si la exdiputada federal, recordada solamente por subir a tribuna a tratar de bajar a los perredistas, también a sombrerazos, tendría la obligación de presentar al menos una denuncia de hechos para que quede asentada la presunta agresión.
Una simple actitud demuestra a lo que nos hemos acostumbrado en tiempos de campaña electoral y refleja las consecuencias de las políticas despenseras. Resulta que un comerciante del mercado Reforma portaba su mandil verde con propaganda de Carlos Lozano minutos antes de la visita que le hizo la candidata del PRD, Nora Ruvalcaba.
El recorrido de los perredistas tardó menos de media hora en llegar al puesto que atendía y ese tiempo resultó suficiente para que el señor se volteara la prenda ocultando el nombre del candidato priísta a la espera de que el contingente perredista le cumpliera la promesa ya no de reactivar el comercio, sino de llevarle una playera amarilla con el nombre de la candidata.
Dice el gobernador que desconoce por qué el proyecto de las puertas de acceso no ha quedado claro. Desde esta columna se lo repetimos, como ya lo informamos a través de notas: las cifras de gastos de la deuda expresadas por la SEFI no coinciden con sus declaraciones ni con las del secretario de Obras Públicas y lo mismo sucede con el porcentaje de avance de las casetas, que sube y baja en cada una y aumenta en una respecto a la otra según el tiempo en el que se pida la información que, bajo el supuesto de que se trata de proyectos sin concluir o sin aprobar o cuyos alcances finales no están definidos.
P.D. Ahora resulta que siempre no, que el mentado “déficit” de la educación en el estado no es tal, sino más bien que el presupuesto que le calcula la federación al estado no va a ser el que ya habían previsto para sus gastos. Y, ¿quién habría previsto?, se preguntarán ustedes. Pues teniendo en cuenta que Óscar Ponce y su administración entregan las llaves de la escuelita a final de año, la tarea debe ser ¿de quién? Acertó usted, ¡del SNTE!