- El Canal 22 de Conaculta que reúne a talentos mexicanos de la opera
Cuando pensamos en reality show se nos viene a la mente programas de gran producción, altamente comerciales y de muy bajo contenido, donde se privilegian los escándalos y la banalidad. Pero recientemente surgió un proyecto que reivindica a este género televisivo de reciente creación, se llama, “Opera Prima, las voces del bicentenario”, una producción del Canal 22 de Conaculta, donde 22 jóvenes cantantes compiten para llegar a la final, donde se escogerán a los tres primeros lugares que se harán acreedores a becas del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. Roxana Sofía Anderson de Santos, originaria de Aguascalientes fue una de las elegidas de entre 715 personas, para demostrar que en México hay talentos musicales.
Con sus apenas 19 años, un look metalero, -cabello naranja, tatuajes, perforaciones- pareciera imposible imaginarla cantando “O mio babbino caro” de compositor italiano de fines del siglo XIX, Giacomo Puccini, Aria que interpretó en la primera gala de reality show cultural.
Roxana cuenta que a los 16 años empezó a tomar clases de piano y canto popular, pero impulsada por sus gustos musicales, el metal, el grunge, otros géneros alternativos y por supuesto la opera, su maestro entonces, Javier Zúñiga, le recomendó iniciar estudios formales de “bel canto”, con la maestra, Corina Moran, con quien ha trabajado durante dos años.
Desde entonces ha hecho presentaciones pequeñas en la Casa Terán, en el Teatro Leal y Romero y en el Teatro de la Casa de la Cultura de San Luis Potosí. “Estuve en una banda de metal, pero sólo por dos meses” comentó Roxana. Dijo que fueron sus maestros, ciertos de su talento, quienes la alentaron a enviar su solicitud y videos, siendo finalmente seleccionada de entre más de 700 personas de entre 18 y 35 años de edad, para participar en el concurso.
Lamentablemente la participación de Roxana en “Opera Prima” terminó después de una semana de estudio intensivo en el Centro Nacional de las Artes, bajo la tutela de profesionales y renombrados directores, músicos, intérpretes y actores.
Sin embargo, esto no merma el ánimo de Roxana, quien se siente satisfecha de haber participado en el proyecto que busca a nuevas figuras de la opera en México. Ella seguirá su camino en la música, para hacer de ello su forma de vida, con el respaldo de sus maestros, amigos y sus padres, quienes siempre le han brindado su apoyo en lo que más le gusta, cantar.
“A pesar de que fue sólo una semana, la que estuve en el concurso, que parece muy poco, para mí fue mucho, porque aprendí sobre cómo manejar los nervios, la presión, el estrés, técnicas de estudio, pero sobre todo a disfrutar cuando canto. Voy a seguir preparándome muy fuerte, para ir a otros concursos, seguir mis estudios. Hacer carrera en la música es muy estresante, pesado, pero todo se puede y nada es imposible”.