- Fue vendido a Francisco Alvarado, pero luego lo despojaron
El espacio del Moksha en la zona de antros para la Feria nacional de San Marcos, no sólo estará cerrado como un espacio de entretenimiento para las personas homosexuales, sino también está en un proceso legal porque inicialmente fue vendido a Francisco Javier Alvarado quien posteriormente fue despojado de la propiedad. Actualmente está aún sin resolverse el caso, mientras tanto el lugar fue ya concesionado a otras personas para su uso durante esta verbena próxima, según comentó Markos Macías Ponce, socio del lugar y presidente de la Asociación civil de bares, restaurantes, cantinas, cervecerías y comerciantes (ACIBARCCC).
Aunque la negociación la hicieron entre tres personas, quien puede acreditar la propiedad del espacio es Francisco Javier Alvarado que fue quien finalmente hizo el trato directo y pagó en el patronato las licencias correspondientes para trabajar el año pasado. Fue Nicolás Martínez quien cedió los derechos de este espacio al actual propietario de lo que hay documentos que hacen constar todos los convenios firmados a este respecto. Por medio de esta compra se otorgaron los derechos de manera indefinida de este espacio.
Todo parecía indicar que el contrato se había hecho con el criterio apegado al contrato, el Moksha funcionó durante la primera semana de feria pero al momento de la cancelación de la fiesta abrileña al igual que los otros centros de diversión, este cerró sus puertas al público para dejar de funcionar definitivamente en lo correspondiente al año 2009. El 3 de mayo del año pasado, uno de los socios intentó entrar en el lugar para llevarse algunas cosas, les fue negado el acceso bajo el argumento de que el espacio pasaba nuevamente a manos de su propietario original, en este caso Nicolás Martínez.
Hasta el momento hay una denuncia interpuesta en contra de Nicolás Martínez e incluso con el mismo Patronato de la feria por el despojo del espacio que no pudo siquiera resolverse en este intermedio de tiempo, con la finalidad de lograr abrir nuevamente un espacio dedicado en gran medida para las personas homosexuales. De acuerdo a los cálculos aproximados más de un millón de pesos en la adecuación y acondicionamiento del espacio, obviamente una semana no fue suficiente para colectar la cantidad requerida ni mucho menos generar ganancias.
En este sentido Macías Ponce recordó que en varias entrevistas dadas por el presidente del Patronato de la feria, Raúl Álvarez, él aseguró que a quienes a causa de la alerta sanitaria de la influenza tuvieran pérdidas por la cancelación de la feria se les iba a regresar el 65 por ciento de lo pagado inicialmente a manera de licencia para trabajar durante este tiempo. Para el antro se habían entregado al patronato alrededor de 300 mil pesos correspondientes a poco más del 50 por ciento del pago por la licencia de 30 días, de los cuales les fueron devueltos 80 mil, cuando el 65 por ciento son en realidad 195 mil pesos.