- Entre la desorganización y las viejas mañas, en el PRI
- Pretenden lozanistas frenar la llegada de Alberto Gómez
- Los ricos también lloran…
Los contrastes fueron notables. Desde temprano llegaron los camiones DINA, que cuentan más de treinta años rodando por los caminos del estado, repletos de acarreados de todos los distritos y todos los sectores: la CNOP, la CNC, el Organismo de Mujeres, el Movimiento Territorial. -¿Sí están dando refrescos? -, se preguntaba una señora en la entrada, mientras sostenía a uno de sus hijos, – A mí ya me dieron-, respondió otra. Por medio de estas prebendas, lograron abarrotar el lugar con más de 4 mil personas, a las que hicieron esperar, como es costumbre de los políticos.
La cita era a las 16:30 horas, pero las camionetas negras, blancas, con precios no menores al medio millón de pesos y todas las comodidades, así como los autobuses último modelo donde se transportaron varios de los pesos pesados del PRI, PANAL y PVEM arribaron al Salón de Locomotoras hasta las 17:00. Como artistas, en medio de la multitud y levantando los brazos en señal de victoria, Manlio Fabio Beltrones -el senador que al final, y contra los pronósticos-, no quiso dejar solo a Carlos Lozano; el ex gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam y hasta el exalcalde Gabriel Arellano Espinosa. La presidenta del CEN del PRI y diputada, Beatriz Paredes, llegó 20 minutos aún más tarde, acompañada de Carlos Lozano, quien conducía el vehículo, y Lorena Martínez.
A la vieja usanza del PRI, pero en terrenos del gober Reynoso, los candidatos tricolores rindieron ayer protesta… en dos minutos.
El resto de las casi cuatro horas que duró el evento en los extalleres ferrocarrileros fue para tratar de demostrar el peso interno de Carlos Lozano, peso que afuera, con la gente, “nomás no prendió”.
Para mostrar la unidad que a lo interno del partido todavía pende de un hilo, Manlio Fabio –o “santo Manlio”, como se refieren al senador varios diputados locales, incluso del PAN- y Beatriz Paredes hicieron el sacrificio de mostrarse juntos en el mismo evento. Para respaldar a Lozano como candidato y referirse a él en casi cada uno de los discursos como “el político más sólido de Aguascalientes”, así que vino al evento, la Santísima Trinidad del tricolor.
Pero quien se llevó los aplausos fue el amigo del canal de las estrellas, admirador de Carlos Salinas de Gortari, boxeador, exinquilino de la casa de Big Brother, ex diputado, vicepresidente del diario La Crónica de Hoy, empresario y los cargos que se acumulen, Jorge Kahwagi, quien ahora estuvo en calidad de presidente del Partido Nueva Alianza, dando el espaldarazo de su partido, al PRI y a sus antiguos compañeros del Verde Ecologista.
Así, Nueva Alianza, mostró el músculo pero no por su presidente sino por los maestros que mostraron lo aprendido de su profesión y del sindicato más poderoso de Latinoamérica: sí llevaron acarreados, pero eran más y estaban más organizados, portaban bazucada y supieron en qué momento aplaudir. Así lo hicieron cuando se nombró a los candidatos “menores”. A los nombres de Héctor García Luna y Marco Arturo Reyes, siguieron los dos lapsos más estruendosos de la tarde, que superaron por mucho incluso al que motivó el nombre de Deniss Ibarra, única del PRI que levantó olas.
El evento no se distinguió por su buena organización, al grado que entre los empujones la dirigente Paredes Rangel infirió improperios a sus guardias de seguridad. Y el PVEM, casi gris, a no ser por la pequeña participación de Arturo Escobar, quien destacó como orador, aunque al final cayó en el lugar común e hizo referencia al candidato de Acción Nacional.
Y del “nuevo” PRI, poco. Cincuenta o sesenta camiones de acarreados, gorras de ferrocarrileros, abanicos, pañuelos, refrescos, matracas; discursos chatos, largos, sin mucho sentido. Al final, eso sí, todos contentos: hasta los militantes que se quedaron en la orilla suspirando por aspirar a un puesto de elección, sonreían.
Por cierto. La “L” de Lorena, Lozano, “Libertad”, “Lealtad” y otras muchas palabras que armó Beatriz Paredes no dejaron de recordad la otra “L”, la de hace seis años, la de Luis Armando Reynoso Femat.
No sólo el convergente Alfredo Hornedo pasa una cierta comisión de su sueldo al regidor propietario, Armando López Campa; la que también la quiere aplicar antes de que regrese es la soñadora a diputada local, Patricia Valadez Bustamante, pues también quiere pasarle charola a José María Vázquez Escobedo, su suplente en funciones.
Y decimos en funciones, porque al parecer la regidora amenaza con volver a su lugar en el pleno de Cabildo, pues no son nada despreciables casi 50 mil pesos mensuales. Sin embargo, en las corrientes internas del PRI, precisamente las lozanistas, andan apoyando a su nuevo integrante, José María Vázquez.
Esto, con el argumento de que la regidora con licencia empezó a participar en el proceso electoral interno para la candidatura a diputada local, por lo que tendrá que apechugar hasta que termine todo el proceso electoral, incluso si hubiera judicialización del mismo.
Mientras, los lozanistas andan haciendo de las suyas en palacio menor, con eso de la resistencia por el arribo del secretario del ayuntamiento, Alberto Gómez Velasco, quien sigue siendo la carta fuerte del “gabrielismo” para dicha posición.
P.D. Los ricos también lloran. Apareció el viernes en la mañana muy sentimental el gobernador dando muestras de bondad y “hablando con el corazón”. El multitudinario desayuno que ofreció el DIF fue empalagoso y no por los platillos que sirvieron a los comensales. Tanto Reynoso como su esposa no cesaron en reconocer la labor humana del voluntariado y más de uno soltó las lágrimas con tan sentimental discurso.
Sin embargo no se les vio tan pero taaan afectados. En las calles sigue habiendo madres con niños de pecho que no tienen qué comer, personas sin un techo dónde dormir, mujeres maltratadas. La cuestión social no está tan bien como para felicitarse y llorar de emoción por la labor del voluntariado. ¿Será más bien que el gobernador ya empezó a despedirse y lo que le da sentimiento es abandonar el cetro de la gubernatura?
