- El templo y jardín están bajo el resguardo del INAH, señala el delegado Lozano
- Afectan la estética del lugar además de dañar la cantera y el piso con líquidos y grasas
Solicitó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) al Patronato de la Feria Nacional de San Marcos, el retiro de los comerciantes de la explanada que hay entre la balaustrada del Jardín y el templo de San Marcos, por la excesiva contaminación visual y auditiva de la zona, además de representar un daño potencial para el patrimonio arquitectónico de ambos espacios por el derrame de grasas y líquidos, manifestó Alejandro Lozano Moreno, delegado del INAH en la entidad.
Indicó que hace aproximadamente quince días que el Instituto, envió un comunicado al Patronato de la Feria a fin de que hiciera las gestiones necesarias, para retirar del atrio del templo de San Marcos, así como de la plancha que hay entre esta edificación y la balaustrada del Jardín, a los locatarios y dejar el lugar lo más sobrio y limpio posible, para que se pudieran apreciar a plenitud ambos sitios que están bajo el resguardo del INAH.
Lozano Moreno dijo que, este tema de la limpieza de la zona del Jardín de San Marcos, no es nuevo y desde hace varios años se hicieron diversos llamados al Patronato para mejorar la imagen del lugar. Recordó que uno de los logros fue retirar de la plancha del templo la presencia de juegos mecánicos, mejorando la armonía del espacio, la limpieza y eliminando la contaminación auditiva.
Refirió que si bien es cierto que no todos los puestos que se colocan en las plazas públicas generan contaminación con líquidos o grasas, otros tantos sí llegan a representar un riesgo para los monumentos históricos, generando daños, como la presencia de manchas en el piso y muros de cantera, además de que en algunos se despiden olores que son poco agradables, generando que algunas personas se abstengan de visitar esos sitios.
El delegado del INAH acotó que la situación que se vive en el Jardín de San Marcos, de invasión de comercios, no es exclusiva, puesto que las plazas públicas son “muy tentadoras” para el establecimiento de comercios de diversa índole, atentando contra el entorno, con publicidad muy agresiva, desde el aspecto visual, con colores o materiales que rompen con las características propias del lugar.
Manifestó que “no está peleada” la convivencia de negocios en los espacios públicos, ya que son la fuente de sustento de algunas familias, pero debería haber una coordinación entre las autoridades municipales y el INAH, para buscar la forma de uniformar los comercios para privilegiar la estética, aunque la convicción del Instituto es de mantener los lugares lo más despejados como sea posible. Agregó que no es tema sencillo pues tienen que ver muchos intereses.
Apuntó que actualmente el INAH, está gestionando que sea retirado un local de venta de lotería a las afueras de la biblioteca Jaime Torres Bodet.