Hizo falta sancionar a servidores públicos en la reforma electoral del 2007

La reforma electoral del 2007, fue buena pero aún hace falta modificar algunos puntos, consideró el consejero electoral del Instituto Federal Electoral (IFE), Alfredo Figueroa Fernández, enfatizando en que hay restricciones para los servidores públicos pero no existen sanciones en estos casos, además de que las atribuciones del órgano electoral quedaron limitadas en torno a la vida democrática de los partidos políticos.

De visita en la ciudad con motivo de la celebración del foro “partidos políticos y procesos electorales” organizado por alumnos del Centro de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), el consejero recordó que en aquella fecha los partidos políticos y los poderes fácticos como son las televisoras nacionales se hicieron presentes en el Congreso de la Unión para intentar frenar que los tiempos de radio y televisión fueran administrados por el estado, incluso se atrevió a mencionar que el juego estaba en el costo de esta publicidad que representaba 5 mil millones de pesos.

Bromeó sobre los conductores tanto de Televisa como de Televisión Azteca, en su intento de presión ante la clase política, que si bien, no culminó una reforma electoral tan sofisticada, porque aunque el artículo 134 constitucional, señala las limitaciones de los servidores públicos en torno a los procesos electorales, no existe en el apartado de sanciones la figura de los mismos, basta con observarlo en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), sostuvo.

“No existen los instrumentos constitucionales para transformar el ejercicio del poder. Si reformas electorales, pero sin ninguna duda, con una reforma del poder para que signifique algo cuando las personas eligen a un gobernante frente a otro. Mientras ese gobernante no pueda hacer cambios en el gobierno, las personas van a seguir sintiendo que votar no significa nada”.

Entre el cabildeo que significó la segunda reforma que involucró al IFE, porque la primera fue en 1996, quedó también pendiente el hecho de que el órgano electoral vigilara y siguiera la vida interna de los institutos políticos, esto, meramente como un instrumento para garantizar la democracia en los mismos.

Porque ante la falta de confianza de la ciudadanía, los partidos políticos llegan a convertirse en un ente sumamente importante como parte activa de la vida pública, donde a últimas fechas se han convertido en organismos que designaban a sus candidatos desde la misma cúpula, es decir, sin ni siquiera consultar a la militancia, llámese cualquier ideología, tal como lo constató en su participación, el director de La Jornada Aguascalientes, Jorge Álvarez Máynez.

 Figueroa Fernández, señaló que entre el diálogo que estaban sosteniendo los diputados federales y senadores junto a los representantes de la concesionarias de radio y televisión, había un distanciamiento porque los últimos no estaban dispuestos a dialogar, situación que calificó como preocupante. Sin embargo, el IFE también tuvo sus consecuencias, entre ellas la de campañas en contra de su imagen a través de notas negativas.

Así, reflexionó en que el país está acostumbrándose a tratar reformas o cambios significativos únicamente cuando empieza a perpetuarse un ambiente de crisis, como es la política en estos momentos, al respecto coincidió Álvarez Máynez y su compañero de panel y académico, Adán Baca Morales.

Ya enfrascado de forma particular, el consejero electoral indicó que para avanzar también en el modelo democrático mexicano es necesario impulsar una ley de partidos políticos en donde tengan tanto derechos como responsabilidades, agregado a ello el desarrollo de las candidaturas independientes.

Siguiendo esta vertiente, puntualizó en el fortalecimiento que debe ocurrir entre los partidos políticos y los ciudadanos, porque en la actual circunstancia cuando una persona expresa su simpatía por algún grupo político llega a verse de forma extraña, hecho que no debiera de pasar, ejemplificó.

No obstante, manejó la premisa de que varios estudios demuestran que existe un distanciamiento notorio entre partidos y sociedad civil, que finalmente es también parte de una nueva forma de hacer cultura cívica.

Porque también el IFE está siendo responsable de estas consecuencias, debido a que los instrumentos de la democracia, como son las elecciones tienen costos elevados porque su base es a partir de la desconfianza que existe en el electorado, por ello la implementación de medidas de seguridad exorbitantes.