- Las galerías son todavía un terreno muy sacro para los jóvenes estudiantes
- Siete jóvenes creadores particpan en una exposición conjunta en espacios alternativos
Con el paso de las generaciones, cada vez hay más espacios donde los jóvenes incipientes en el ámbito de las artes visuales a los que mucho les ayuda participar en exposiciones colectivas en cafés, bares, centros culturales, vestíbulos, la misma vía pública, mientras las galerías se desacralizan. Un grupo de egresados y estudiantes de la carrera de Artes Visuales usaron el Rockocó para exponer algo de lo que ellos hacen.
Siete jóvenes, Marcel Estrada, Ana Isabel Caballero, Esteban González, Felipe Valdez, Norma Tesadilla y Alejandro Hernández participaron de esta exposición colectiva donde no existió una temática específica, sino más bien una elección individual de las obras que cada uno de los jóvenes consideró dignas de ser expuestas.
Norma Tesadilla como estudiante aún, eligió un par de trabajos realizados como parte de una de las asignaturas de la Universidad, en el semestre anterior. El material expuesto por ella fue algo que consideró representativo de uno de los tantos mensajes que pretende transmitir a través de sus experimentos visuales. Ella en particular abordó la introspección, la técnica de sus dos trabajos presentados fue el manejo digital de imágenes, en este caso, fotografías.
Una de sus obras, Pareidolias y recuerdos habla de las memorias, de cómo éstas se juntan, transforman a la persona, en la distancia toman otros matices e incluso los demás en su recuerdo agrega experiencias y anécdotas que modifican y hacen más compleja esta historia de antes. La otra obra, Asfixia, refleja la sensación de las personas cuando tienen problemas y cuando a pesar de la adversidad la persona misma decide salir adelante y quitarse todo de encima.
Actualmente Tesadilla se encuentra en la especialidad de gráfica, pero los trabajos digitales fueron resultado del semestre anterior. Ella había participado ya en otras exposiciones colectivas con sus compañeros de escuela.
Los espacios abiertos para la obra de los estudiantes son muy importantes porque es la única manera que tienen para mostrar el trabajo hecho porque finalmente las galerías son muy exigentes y generalmente requieren de una trayectoria para montar una exposición.
Alma Estrada, otra de las participantes de la exposición habló sus piezas expuestas que forman parte de una iniciativa en torno al tema de la felicidad como un estado que no es eterno simbolizada a través de un barquito de papel, esta serie había sido pensada originalmente en fotografía pero conforme fue avanzando pensó también en incluir pintura con esta misma temática.
Para Alma, la fotografía y la pintura tienen cada una de ellas sus propias cualidades y sus posibilidades para explotarla. La pintura da la facilidad de imaginar y plasmarlo tal cual y en la fotografía se requiere un proceso de construcción para lograr el concepto buscado. Ella es ya de una generación de egresados y ahora da cuenta de cómo se han ido ofreciendo más espacios porque anteriormente eran sólo exposiciones de fin de curso y ahora hay espacios como éste donde la obra queda a disposición de un público a manera de exposición.