- Georgia Institute of Technology busca implementarlo en programas de estudio
- Podría proyecto representar la salida industrial para el invento de origen aguascalentense
El Tactobook, prototipo de dispositivo táctil de traducción de textos electrónicos a lenguaje braille desarrollado desde 2008 por un profesor y dos estudiantes de Aguascalientes, podría ser producido a escala industrial a partir de abril próximo.
Ramiro Velázquez Guerrero, quien coordinó el proyecto dado a conocer por La Jornada Aguascalientes en julio pasado, anunció que luego de presentar en funcionamiento el prototipo creado por Enrique Preza y Hermes Hernández en una conferencia que se realizó en Estados Unidos en octubre pasado, el Georgia Institute of Technology, de Atlanta, se interesó en él y se acercó con la intención de incorporarlo a sus programas de estudio.
”Ellos tienen un programa de educación para discapacitados; ciegos, en este caso en particular y les gustó mucho la traducción que se hacía de documento electrónico a braille (…) ellos me dijeron: ¿cuál es realmente la probabilidad de tener el prototipo aquí en Georgia y probarlo con nuestros alumnos?”, relató el profesor de ingeniería en mecatrónica; si les gusta, podrían “adoptarlo como un instrumento de soporte o de comunicación”, agregó.
Y las posibilidades, dijo, “son muchas”; la idea es reunirse con personal de ese instituto en abril de este año para afinar los detalles y “hacerle modificaciones pertinentes”; el siguiente problema a resolver sería la producción de un dispositivo a escala industrial, ya que actualmente sólo existe el que hizo el trío de científicos y que se encuentra en la Universidad Panamericana, Campus Bonaterra.
“A lo mejor le podemos hacer aquí mismo unos dos o tres prototipos más”, pero para la producción en masa, se requeriría el apoyo de una empresa especializada.
Mientras tanto, el sistema Tactobook, parte del proyecto desarrollado por Hermes Hernández, será parte de la tesis de maestría que presentará y que le dio la posibilidad de iniciar en julio próximo su doctorado en Alemania, así que serán el coordinador Ramiro Velázquez y el desarrollador de la parte electrónica, Enrique Preza, visitarían Atlanta para realizar las pruebas con la institución interesada.
A mediados de año, luego de que el proyecto fuera dado a conocer por este diario, un lector con debilidad visual se interesó y apoyó a los investigadores para probarlo con un grupo de invidentes; “obtuvimos resultados que esperábamos, pero desgraciadamente es un prototipo de investigación, no es un producto comercial que podamos vender y pueda llegarle a mucha gente”.
Este prototipo costó 2 mil dólares (alrededor de 30 mil pesos); “yo creo que ya haciendo otro prototipo también muy académico, ya sabiendo cómo se hacen las cosas, fácilmente quedaría en la mitad, unos 15 mil pesos”; concretándose su producción industrial, su costo podría quedar entre 5 y 7 mil pesos, desde luego con la intención de que en México se contara con ejemplares.
A la par del Tactobook, la plantilla que este mismo investigador y otros de sus alumnos desarrollaron para que, a través de la sensibilidad del pie, un invidente pueda tener en braille un mapa del camino por el que transita, incluidos obstáculos al frente, los lados y lo alto, despertó el interés en la conferencia de octubre.
La plantilla ha tenido el mismo éxito en las pruebas que se han realizado, pero enfrenta el mismo problema de la falta de producción industrial.