- Iría Alberto Gómez a secretaría del ayuntamiento
- Esperan Zamarripa y Chávez mediación de Lozano
Como parte de las piezas del ajedrez político, es de suponerse que al retirarse de su cargo amenazando con regresar en caso de no quedar como candidato, el hasta ahora presidente municipal, Gabriel Arellano, pretende hacer de las suyas dejando a los encargados de las dependencias municipales que están considerados como SU gabinete.
La estrategia estaría basada en que el secretario del ayuntamiento, Adrián Ventura Dávila pueda ocupar el cargo de primer edil ya que es el suplente, esto bajo enteras condiciones, siendo la principal que el secretario del ayuntamiento sea el mismísimo Alberto Gómez, coordinador de comunicación del municipio y quien ya trabajó como sub secretario del ayuntamiento, por lo que conoce los procedimientos de ese cargo.
Este último, allegado a Arellano Espinosa en el círculo más cercano, incluso se habla también de una posible negociación para que este ocupe una candidatura para diputación local. En todo caso, el que debiera de ocupar el cargo de segundo al mando es Raúl Reyes Agüero, que despacha hasta hoy como subsecretario del ayuntamiento.
Y si por la grande las cosas ya están moviditas, ni qué decir en los municipios, como en Jesús María, donde los priístas están a un tris de liarse a golpes, pero también a un tris de llegar a acuerdos.
El todavía diputado Martín Chávez está muy confiado en poder retener, por primera vez desde que se iniciaron los gobiernos divididos en el estado, ese municipio para el PRI. Aparentemente, Chávez, en el PAN no tendría rival, pues el gallo más fuerte de Reynoso, Antonio Arámbula, quien cobra actualmente como diputado federal, ha decidido o lo han hecho decidir que no irá por la alcaldía de ese municipio conurbado.
“No me van a dejar sin diputados” dicen que dice Reynoso cuando se le cuestiona si le daría permiso de competir a Arámbula, cuyo trabajo más llamativo en la legislatura ha sido subirse a quitarle una manta a los perredistas en San Lázaro, en horario triple A. De ahí en más, cero.
Volviendo con Chávez. El diputado priísta, considerado por él mismo como “lozanoboyistalorenista” (nada tonto) ve más difícil librar la batalla interna que la externa. La razón es simple: el alcalde de aquel municipio, Gregorio Zamarripa, no congenia del todo con Chávez y no se han puesto bien de acuerdo cómo se podrían apoyar mutuamente sin pisarse las colas y sin traicionarse.
Lo que parecería más sencillo es que Chávez se fuera de candidato a alcalde y “Goyo” de candidato a diputado; sin embargo, los cálculos de Zamarripa son que en caso de irse de candidato a la diputación, la gente de su pueblo no lo vería con buenos ojos. Es decir, no vería con buenos ojos dejar el trabajo, para el que fue electo por tres años, tirado casi un año antes de concluir. Además que no confía del todo en el grupo de Chávez, de quien tiene sospechas que podría traicionarlo.
Por lo pronto, el control del comité municipal del PRI en Jesús María los tiene Goyo, además de los recursos, de la chequera municipal, pues, siempre tan necesaria, aunque no definitoria, para lograr ganar cualquier contienda, ya sea interna o externa.
Ya hay rumores que la salida que podría dársele a Goyo sería por el distrito número cuatro, que abarca parte del municipio de San Francisco de los Romo y parte del de Jesús María, en concreto, Maravillas. Ahí, Zamarripa podría hacer mancuerna con otro diputado que también dejará a medias su encargo: Francisco Guel, del grupo del profesor Héctor Hugo Olivares, quien quiere la alcaldía del municipio de las carnitas.
Aunque, el PRI debe medir bien las posibilidades, pues entre los mismos priístas comentan que para diputado, Guel, en San Francisco de los Romo fue donde menos votos obtuvo y que logró la diputación gracias a la gente de Margaritas, del municipio de Jesús María.
Aunque por la cercanía de ambos, tanto de Chávez como de Zamarripa, con el senador con licencia, Carlos Lozano, no se ve lejana la posibilidad de un arreglo, siempre y cuando Lozano se preste para mediar entre estos dos grupos antagónicos, antes de que se “balcanice” la elección interna del PRI en Jesús María.