- Tanto las que laboran en las dependencias de gobierno como las que están en el INEGI
- Las empresas las contratan por años con esto no generan antigüedad ni tienen derecho a varias prestaciones
Las trabajadoras de limpieza tanto en el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en Aguascalientes como de las dependencias de gobierno del estado, sufren violencia y acoso sexual pero por miedo a perder el trabajo o que sus maridos se enteren prefieren guardar silencio y laborar en condiciones que ponen en riesgo su integridad física, aseguró Esther Márquez Durón, secretaria general del sindicato de trabajadores de limpieza de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC).
En el caso de los trabajadores de las dependencias de gobierno del estado, son entre 350 y 500 trabajadores que son en su mayoría mujeres de diferentes edades que son contratadas año con año por empresas foráneas, Guadalajara, León o México, que le ofrecen sus servicios a la dependencia estatal, por lo que ellos son contratados, concluye su compromiso laboral, vuelven a la incertidumbre del desempleo y llega otra empresa que los contrata nuevamente.
De acuerdo a las últimas denuncias o quejas que ha recibido la líder sindical hubo una disminución del sueldo que ganaban estas personas porque de percibir mil 100 pesos por quincena, ya bajó a 900, lo que significa que son 450 pesos a la semana, muchas de las veces sin derecho a una seguridad social, no generan antigüedad y por lo tanto no tienen derecho a solicitar un crédito para obtener una vivienda o algún préstamo, no tienen prestaciones de ningún tipo.
Algunos de los trabajadores de limpieza que laboran en el sector gobierno, palacio de justicia, servicios periciales, SEDESOL, finanzas y la junta local de conciliación y arbitraje se acercaron a este sindicato para comentarles que les entregaron 500 pesos como lo correspondiente con el aguinaldo junto con un “finiquito” porque aunque la empresa termina contrato en abril ya desde ahora comenzaron a despedir a algunos dándoles una cantidad que no corresponde con lo que en realidad debieran recibir por este concepto, porque incluso se ha llevado casos así donde las mujeres han recibido hasta 3 mil 500 pesos de finiquito.
Tanto los trabajadores del INEGI como las del sector gobierno son mujeres que en algún momento han sido víctimas de violencia, insultos e incluso algún abuso, las hay desde muy jóvenes hasta de 50 años de edad e incluso los patrones, encargados o compañeros de trabajo llegan a aprovecharse de quienes tienen mayor edad para decirles que no sirven para nada y que si se van de ahí en donde van a encontrar trabajo.
Sin embargo, más allá de la desagradable situación de abuso está el mismo miedo que ellas tienen y los demás les infunden, eso las lleva a no realizar una denuncia ante las autoridades correspondientes por temor a perder el trabajo que es en realidad su único para sostenerse ellas a y a su familia. Al ver la situación económica tan difícil prefieren resistir.
Con el afán de no permitir que esto suceda la representante sindical habla con ellas les plantea las posibilidades que tienen para defenderse a través de la junta de conciliación y arbitraje además de decirles que no tendrían porque perder su trabajo, sin embargo el miedo persiste y tiene casos donde incluso ellos se comprometieron a acompañar a las agraviadas con la autoridad laboral y las trabajadoras ya no se presentaron a pedir apoyo.
Del caso del INEGI, según Márquez Durón, ellos tienen menos información de la situación de las trabajadoras de limpieza de esta empresa porque están afiliadas a la CROM, comentó que al parecer en la dependencia acaba de entrar una nueva empresa el pasado 31 de diciembre que viene de la ciudad de México, sin embargo la situación no es diferente.
Las mismas trabajadoras han hablado de acoso sexual de parte de los vigilantes, sin embargo esto se queda como una expresión “informal” entre la afectada y la representante sindical que busca la forma de animarla para que haga su denuncia ante la autoridad correspondiente pero hasta ahora no han tenido buenos resultados en esta labor de convencimiento porque han valorado más su trabajo que su propia integridad física, sentimental o emocional.
