- Mujeres se van jóvenes, con un trabajo seguro y permanecen
- Las enfermeras mexicanas y filipinas son las más solicitadas en EU
Aunque pareciera que la migración se da en mayor número en los hombres, la realidad es que hay una buena cantidad de mujeres que se van hacia Estados Unidos, son una mano de obra muy cotizada sobre todo en el área de servicios, otra de las principales características de las mujeres que migran es que permanecen a diferencia de ellos que tienen mayores niveles de movilidad, comentó Eugenio Herrera Nuño, titular del Consejo Estatal de Población (COESPO).
“El fenómeno del retorno lo tienen mucho menor por las características de la migración femenina porque se va allá a realizar labores que difícilmente la van a dejar regresar o porque el marido tiene allá residencia y ya mandó por ella y por los hijos”.
La mujer que se va de su hogar para salir fuera del país no es la migrante que va a ver de qué encuentra “jale”, ellas ya llevan con toda claridad a qué van, son realmente muy pocas las que en algún caso puedan aventurarse a irse sin tener algo claro. En su gran mayoría se están dedicando a los servicios. “No hay familias de posibles en Estados Unidos que no presuma que tiene una empleada doméstica mexicana”.
Hay una nueva generación de norteamericanos- mexicanos porque crecieron con una nana mexicana que les hizo comer chile, les dio a conocer los frijoles, hablar español, incluso uno muy de pueblo que es parte ya de su expresión natural, lo mezclan como parte de su lenguaje por el tiempo que llevan incluso de ellas.
Las mujeres generalmente se van jóvenes a menos que la migración sea para volver a reunir a la familia es un proceso que se lleva más tiempo porque el chavo se va, dura allá cinco o siete años para lograr la residencia y después de ese tiempo, la mujer se vaya con los hijos para hacer una vida allá, en el “norte”; aunque en realidad si se toma en consideración como referencia el tiempo en que ella tuvo contacto con el fenómeno migratorio fue desde antes, cuando el joven con el que se casó, se fue.
Para Herrera Nuño es necesario estar pendientes de este fenómeno de migración de las mujeres porque México pudiera vivir el fenómeno que vivió ya Turquía, donde los turcos que se fueron a Alemania terminaron por llevarse a sus familias lo que trajo al país original un bajón en las remesas, fenómeno que en el caso México- Estados Unidos favorecería al país del norte porque así lograría guardar las ganancia del comercio y disminuiría la fuga del dinero a través de las remesas.
La experiencia de la OFAM (oficina de atención a migrantes y familiares) ha sido muy buena en cuanto a la entrega de visas laborales que se entregaron para mujeres, en su mayoría madres solteras que se fueron a filetear pescado en Mississippi, pues resultaron muy efectivas para realizar su trabajo.
Otro de los grandes espacios para trabajar en Estados Unidos es en el área de la enfermería pues prevén que en los años próximos se van a necesitar alrededor de un millón de enfermeras y las más solicitadas son las mexicanas y las filipinas por la calidad del servicio que ofrecen.