- Interpuso demanda contra los padres y las autoridades escolares en el IEA
- El sindicato le señala que esto es una consecuencia de sus propias acciones emprendidas
El pasado jueves 17 de diciembre, la maestra Verónica Castillo de Luna, profesora de uno de los grupos del Centro de Atención Múltiple (CAM III) de Jesús María, asistió como normalmente lo hace para realizar sus labores y tres padres de familia le impidieron la entrada al plantel sin que las autoridades del mismo hicieran algo para ayudarla; luego de estos hechos ha procedido ante todas las instancias posibles para levantar cargos contra quienes resulten responsables de esta arbitrariedad, comentó en entrevista la misma afectada.
En los días anteriores resultó algo difícil principalmente en el Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA), concretar alguna demanda debido a que el personal se fue de vacaciones, pero una vez que retomaron sus actividades, ella ha buscado darle continuidad a su caso, aún cuando las autoridades responsables de este CAM insisten en que “por su bien” lo mejor será que la reubiquen aunque la docente no lo desea.
Considera que en este hecho que la afecta directamente existe un contubernio entre el sindicato y la supervisora, la directora y quizá hasta la jefa del departamento de este CAM III, fundamenta esta hipótesis en los comentarios que recibió de docentes miembros del grupo sindical, en específico de Juana Alicia Espinoza de los Monteros y Carmen Hernández.
“La maestra Juana Alicia refiere que estoy pagando las consecuencias de mis juntas con la maestra Laura Alicia Ramírez Pérez (…) no he sido la única perjudicada ya que mis otros compañeros que ya salieron de la institución fue el mismo argumento”.
Para la docente resulta ilógico que tres personas tengan más peso que los doce padres de los niños a quienes sí les da clase ella, teniendo en consideración además que la maestra Castillo de Luna nunca ha tenido problema con algún papá y en cambio dos de ellos sí se tomaron la libertad de cerrarle el acceso a la institución donde ella labora, situación que es a todas luces arbitraria y discriminatoria.
“Ya procedí legalmente en contra de los señores porque no puede ser posible que esto esté sucediendo y que todavía el señor Héctor Villarreal tronando los dedos diga que todavía faltan dos, o se alinean o les va a pasar lo mismo que a mí”.
En esta negociación quien hasta ahora le ha dado el respaldo es el IEA a través de su departamento de contraloría y el jurídico.
La maestra Castillo de Luna tenía once años trabajando en esta institución y en ese tiempo no había tenido un problema de esta índole, a ella le tocaron los inicios de este CAM, cuando estuvieron en una casa, cambiaron de casa cuatro veces, trabajaron una hora en el kiosco porque les quitaron uno de los espacios.
Ella va a dar seguimiento al proceso legal con los padres de familia, además del trámite interpuesto en el IEA en contra de la supervisora y la directora del CAM, actualmente está en diálogo con las autoridades para saber cuál será finalmente su destino y desde ayer acudió a firmar al CAM como si hubiera trabajado porque la directora no le permitió ingresar al aula. En el instituto dicen que van a cambiarla, pero es algo que ella no pidió, ni desea.
“Yo no me quiero mover y menos de la forma en cómo se hicieron los trámites, si hubiésemos llegado a una plática o a una negociación (…) si el bienestar de la institución era que yo me salga lo hubiéramos platicado y no como estoy viendo que lo tenían previamente armado”, finalizó.