Para la mayoría de las personas el tema del ejercicio de la sexualidad es escabroso o simplemente difícil de abordar eso trae consigo una serie de tabúes o malos entendidos y más cuando se trata de personas con discapacidad quienes se cree que por la falta de algún miembro, un sentido, movilidad o una deficiencia intelectual están impedidos para desarrollarse en este sentido, lo cual es mentira.
Marco, es discapacitado, está en una silla de ruedas, está casado y tiene dos hijos, no ha sido fácil lograr un desarrollo sexual dentro de su vida personal y familiar, de lo que sí está seguro es que todo es posible.
Para él, tener relaciones sexuales implica desde una mirada, una caricia, todo el ritual hecho cuando una persona quiere a su pareja, cuando alguien se siente atraído por una persona, desde el primer momento comienza la sexualidad pero eso es algo que muchas personas reprimen en los niños y jóvenes con discapacidad, empezando por sus familiares e incluyendo al resto de las personas con quienes ellos tienen contacto.
“Las mismas mamás piensan que no pueden tener alguna relación, no pueden tener novia, pero vaya si el cerebro está trabajando, el cerebro es el que está sintiendo, ya la reacción de una erección o de todo ese tipo de cosas es muy aparte”.
La sexualidad en su caso y en el de algunos compañeros que ha conocido de cerca, se vive desde la atracción física, una mirada, una caricia, de muchas formas. Además es importante tomar en consideración que no todas las personas discapacitadas lo fueron siempre, hay quienes tuvieron un accidente, después de eso alguien queda en silla de ruedas o con ciertas limitaciones en la movilidad.
Si estas secuelas le pasan sólo a uno de los dos puede suceder que la otra persona lo deje por considerar que las limitaciones físicas no les permitirán desarrollarse en su totalidad, si no se separan ambos tienen posibilidades de experimentar un enriquecimiento de su relación íntima, se conocen más, experimentan otras sensaciones e incluso piensan más en la satisfacción o el placer de ambos. “Hay diferentes formas, hay juguetes, hay otro tipo de cosas que nunca experimenté y a partir de mi accidente ya lo experimento y veo que queda más complacida mi pareja”.
Desafortunadamente en México existe una idea de que el ejercicio de la sexualidad es el mero acto sexual cuando en realidad los momentos íntimos comienzan desde el cortejo, cuando las personas comienzan con el proceso de atracción, cuando el placer máximo es escucharla (o), saber que están bien, sentir una caricia en la cara.
El mayor temor de un hombre con discapacidad es la falta de comprensión de parte de su pareja, hace falta mucha información y educación en torno al tema de la sexualidad, no es sólo un proceso físico es también emocional. “En mi caso y en muchos casos a lo mejor es eso, tienes miedo de una relación de acercarte, pero cuando empiezas a platicar o cuando tienes una pareja tienes confianza (…) pero al principio sí te da miedo”.
Una persona discapacitada juega mucho con la imaginación al momento de tener un encuentro íntimo con su pareja. “Somos seres humanos (…) sentimos, pensamos y reaccionamos, al mejor parte de nuestro cuerpo no funciona, pero ahí está el sentimiento”.
“Cuando te dejan ser libre, tratar de realizar una vida independiente, tú mismo vas investigando y vas sabiendo qué puedes hacer y que no, hay incluso muchos tratamientos, hay incluso una página de internet que se llama así, vida independiente y habla entre otras cosas del desarrollo de la sexualidad en personas con discapacidad”.
“Mientras tengas confianza, sepas entenderte, tengas el cariño y al amor de la otra persona y tú hacia ella, esa es la sexualidad”.
Por parte del Consejo estatal de personas con discapacidad en diciembre tenían planeado un curso sobre el tema de la sexualidad por considerar que es algo muy importante, no sólo para ellos sino para los familiares, porque principalmente en los casos de personas con discapacidad intelectual los padres los sobreprotegen y no les permiten desarrollarse, comentó Patricia Guerrero de Santos, presidenta de este consejo.
Es un tema muy delicado que debe hablarse con los padres por ser ellos quienes tienen la tutela porque en muchas ocasiones la persona con discapacidad quiere y busca desarrollarse pero su familia no lo permite.
Todavía no tienen fecha tentativa de reprogramación del curso que no se impartió en diciembre, pero sí lo tienen en consideración porque los muchachos tienen muchas inquietudes sobre la capacidad de ellos para desarrollarse en el ámbito sexual. Se requiere de una mente muy abierta para entender y aceptar sobre todo entre quienes discapacidades más severas.
Las principales dudas de las mujeres es si son aptas para tener hijos, si pueden ser capaces de cuidar a sus hijos y cómo van a vivir su sexualidad, la mayoría lo tienen que aprender en el diario vivir porque no recibieron orientación alguna.