- Importante empoderar a las mujeres
- Hace falta visibilizarlas al interior de ésta
Las mujeres universitarias lesbianas al interior de la misma institución, al menos en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), no cuentan con un espacio para recibir información, no cuentan con un servicio médico y en muchos casos son al igual que los chicos, víctimas de discriminación. Desde la perspectiva de César Zúñiga Araiza, colaborador del Centro de Capacitación para el Desarrollo Comunitario (CECADEC) y quien ofreció un taller para jóvenes varones universitarios, señaló que debe ser de preferencia una mujer quien tenga un acercamiento con las chicas para fomentar y fortalecer la parte femenina.
De acuerdo a la experiencia de Zúñiga Araiza en su acercamiento con la teoría de género es que en la mayoría de los casos es más efectivo el trabajo en grupo entre mujeres. “La teoría de género dice o plantea que los hombres tenemos que trabajar con esta parte masculina con otros hombres, es una cuestión muy respetable, porque si es cierto, los trabajos que se han hecho con mujeres que se les empodera y se les dan muchas cuestiones de autoestima, les ayuda mucho a las mujeres”.
A él como sicólogo y como hombre se le dificulta hacer este trabajo de empoderamiento con las mujeres, aunque sí lo ha trabajado, sin duda percibe como una limitante el hecho de no estar conectado al cien por ciento con esa parte de femineidad que sólo entre las chicas pueden compartir y entender.
Durante el curso pudo darse cuenta entre los chicos gays que asistieron y conocen a mujeres lesbianas, ellas les preguntaban porque sí había un curso para ellos, ¿no existía uno para ellas?. Lo que ha hecho falta en este sentido es encontrar una mujer que dentro de la Universidad se aviente a realizar este trabajo directamente con las chicas, aunque sin duda esta primera intervención con varones puede servir como referencia para ver la posibilidad de, a mediano plazo motivar a una mujer para que se ponga a trabajar en este espacio descuidado desde dentro de la institución.
Porque finalmente un elemento importante dentro del acontecer de la violencia tanto en hombres como en mujeres tiene que ver con el entendimiento de la perspectiva de género, tomando además en consideración desde su matiz que las relaciones entre dos mujeres son muy distintas de las de los hombres.
El trabajo entre las mujeres comienza con el empoderamiento y el reconocimiento de su femineidad dentro de su preferencia hacia otras mujeres, para posteriormente pensar o plantear también la relación posterior con los hombres como parte del entorno, para buscar la equidad de género. Lo más interesante sería que en la UAA a la par de que se trabaja con los universitarios varones se diera un acercamiento con ellas.
De manera externa a la Universidad hay grupos de la diversidad como en el caso de los que trabajan en el colectivo Sergay donde se les ofrece información, asesoría e incluso un espacio de convivencia donde pueden intercambiar experiencias y resolver sus dudas con mucha seriedad, que es un aspecto muy importante para evitarle a las chicas cualquier riesgo en su desarrollo personal y en el ejercicio de su sexualidad.
La existencia de un grupo al interior también de la Universidad sería una opción más de visibilizar a las jóvenes mujeres dentro de la propia institución. “Una mujer que esté bien empoderada desde el lesbianismo sí se necesita para que haga como un frente”, finalizó.