- Insatisfechas las necesidades de los aguascalentenses
En Aguascalientes, la población está insatisfecha en cuanto a la eficacia de la democracia porque siente que hay corrupción, que sus políticos de los tres poderes no han cumplido el encargo para el que fueron electos y conceden mayor credibilidad a instituciones como los árbitros electorales, las universidades, la iglesia y el ejército.
Esta es una de las conclusiones del estudio realizado por el historiador, político y catedrático aguascalentense Andrés Reyes Rodríguez, cuyos resultados presentará en un estudio el próximo jueves en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA).
Para su investigación, el ex delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), tomó como referencia una encuesta de la corporación Latinobarómetro, aplicada en Costa Rica, Chile y Estados Unidos, para aterrizarla a nivel local y que arroja interesantes aspectos de la ciudadanía aguascalentense.
Al ser entrevistado en el programa hermano de este diario, En Voz Alta, que se transmite todos los lunes a las 9 de la noche por CV+TV, Reyes Rodríguez mostró particular interés en las respuestas de la gente a cuestionamientos relacionados con su asociación de la democracia a los valores, pues señaló que mientras el 19 por ciento la equipara con la libertad, un 16 por ciento lo hace con la igualdad; conformado el mayor porcentaje, otra cantidad importante de aguascalentenses la relacionan con bienestar económico y social.
En este sentido, dijo, el comparativo de los resultados muestra que “nos parecemos más a Costa Rica y a Chile” que a la Unión Americana, aún cuando la ciudadanía presenta algunos rasgos de mayor sofisticación.
Jorge Álvarez Máynez, director de La Jornada Aguascalientes, se interesó también en el resultado del estudio en cuanto a la eficacia de la democracia en Aguascalientes, donde arrojó que la sociedad pondera muy alto a los tres poderes aún cuando, personalmente observó, México ha tenido por mucho tiempo un sistema presidencialista.
A este comentario, el académico agregó que aunque se percibe que el Ejecutivo, el Judicial y el Legislativo contribuyen poco a la generación de democracia en el estado, es el Congreso quien está menos mal calificado, tal vez porque al estar integrado por representantes de más fuerzas políticas, las personas perciben que en él se genera mayor debate o discusión.
Otra de las conclusiones que presenta el estudio que contiene cerca de 80 variables, por ejemplo, es que pese a que más del 50 por ciento de los hidrocálidos encuestados reconocieron una orientación política más tendiente hacia la ideología de derecha, tiene matices y actitudes francamente progresistas, como es la tolerancia a cohabitar con personas de distintas religiones u orígenes.
Por otro lado, el escritor admitió que el cruce de datos de esta encuesta con otras que se han aplicado en referencia a la percepción ciudadana en temas como seguridad, economía, salud y otras necesidades de la población, evidencian asociaciones muy importantes pero, sobre todo, aparecen las múltiples realidades que coexisten en una misma entidad.
Una de ellas y que no sólo resulta de este estudio, sino de muchos previos realizados por otros autores, es que el Índice de Desarrollo Humano (IDH) siempre es similar al de Desarrollo Democrático y otras “cosas que no son coyunturales”.
Entre ellas, el grado de participación del individuo en la familia o en la escuela, que finalmente es muy similar al que como ciudadano tiene en la construcción de la democracia; también una relación entre los vínculos más cercanos de las personas, como es la familia o los amigos, que siendo jerárquicos fueron siempre bien vistos, con el comportamiento de un ciudadano con respecto a quienes ocupan los cargos de poder.
Explicó este hecho con el razonamiento “¿cómo esperamos tener hoy una sociedad plenamente democrática ( ) haciendo un símil con la crianza familiar, si nuestra crianza social no ha tenido estos elementos de decisión horizontal? Casi todos han sido verticales y autoritarios”.
Y es que otro de los señalamientos que salió a relucir en su obra fue que, si bien como objeto de estudio la democracia tiene más de 100 años, la gente en la entidad ubica su nacimiento en 1995, cuando por primera vez hubo alternancia en el poder, al arribar el PAN a la presidencia municipal.
Sobre este tipo de estudios, Reyes Rodríguez destacó que uno de los aspectos a tomar en cuenta es que la democracia se puede medir y, por tanto, cambiar.
La democracia, dijo, “es un fenocomplejo” en cuyo análisis deben ponerse los cinco sentidos, pues puede mejorarse y generar indicadores que permitan a llegar a consensos en la política que beneficien a la ciudadanía.