- Rechaza que haya escenarios de cara a la elección donde él pierda o gane políticamente
- Alianzas de aspirantes es “obsesión personal” de demostrar capital político
Las alianzas cuya conformación han sugerido recientemente aspirantes panistas entre sí, incluso algunos que pertenecieron a su administración, es “cerrazón o simplemente una obsesión personal de querer probarse a sí mismos que tienen capital político” de cara a las elecciones de julio, consideró ayer Luis Armando Reynoso Femat quien, entrevistado respecto al tema, indicó también que apoyará a “al que proponga el PAN, salvo honrosas excepciones”.
Tras evaluar que las aspiraciones son parte de la “condición humana”, el gobernador del estado comentó que “muchos actores políticos creen que pueden tener éxito” con base en lecturas de su capital político que “rayan en lo no ortodoxo”; esto, a un día de que Martín Orozco Sandoval, ex alcalde, y Florentino Reyes Berlié, otrora secretario de gestión e innovación de su gabinete, dieran a conocer la posibilidad de integrar una fórmula para darle al Partido Acción Nacional (PAN) la gubernatura del estado y la alcaldía capitalina.
Cuestionado sobre si, como ha sugerido, formando un bloque incluso con partidos de izquierda el PRI representaría competencia para Acción Nacional, Reynoso Femat manifestó que dependerá de los candidatos que proponga cada instituto político, en sus respectivos tiempos, y que serán los resultados al término del proceso electoral los que “hablarán”.
Señaló hacia la dirigencia del blanquiazul como la indicada para responder esa pregunta; no obstante, aseguró que como gobernador respetuoso de lo que en este tema el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y el Directivo Estatal (CDE) del PAN y deseó que a quienes resulten candidatos “les vaya bien”.
Aunque desde ambos lados vio buenas opciones, afirmó que estos candidatos deberán ser políticos que se identifiquen con la población de Aguascalientes, pero “reforzados con el trabajo partidista”
De igual forma, rechazó la existencia de “escenarios” donde él gane o pierda políticamente y se desligó de la siguiente administración, indicando que “Luis Armando dejó de ser candidato” para ser gobernador, cargo en el que su mayor aspiración es “salir airoso, triunfante, satisfecho y realizado
quien venga a sucederme después, es harina de otro costal”.
Dijo querer “trascender por sus obras” y no “por dejar a alguien en particular”, pues el siguiente ejecutivo trazará su propio camino y deberá ganarse la confianza de la ciudadanía por su cuenta. “Creo que es lo que debe hacer un político que aspira a un cargo público: buscar satisfacer a la gente, no a los actores políticos o a un partido en sí”.
En el encuentro que sostuvo con los medios de comunicación que lo abordaron durante el evento de festejo por el día del policía, se tocó además el tema de la seguridad pública, tras conocerse el secuestro de dos empresarios locales.
Al respecto, el mandatario estatal admitió no tener conocimiento de información detallada ni de la existencia de denuncias; sin embargo, aseveró que “el grupo antisecuestros y el área de inteligencia están trabajando (
) para poder rescatarlos a la brevedad posible”, evaluando que ahora se cuenta con “más capacidad” para rescatarlos que antes.
Aunque no se trató de información confirmada específicamente en este caso, refirió una vez más que hay bandas delictivas que operan en Aguascalientes y se refugian en Zacatecas y por ello, aseguró otra vez, las casetas de acceso a la entidad, que estarán ubicadas ”en las carreteras principales“, serán construidas en el transcurso de 2010 y que a ellas se añadirán otras similares que se construirán en las brechas de terracería que todavía existen en el estado.
Y finalmente, cuando se le cuestionó de qué manera se solucionarán los problemas sindicales que han terminado en la suspensión de las obras del paso a desnivel de la salida a Zacatecas, subrayó que existe un marco Constitucional y legal que dará la razón a quien la tenga.
El papel de la administración estatal en este caso, dijo, será mediar y propiciar el diálogo entre los sindicatos, para que sus intereses “no mermen la paz y la tranquilidad laboral”.
