- La ley de derechos permite al gobierno federal utilizar recursos a su criterio
- Calcula un superávit de 10 mil millones de pesos por concepto de barriles de petróleo
Durante su visita a Aguascalientes, el senador priísta, Francisco Labastida Ochoa, presidente de la comisión de Energía en el Senado de la República, declaró que de acuerdo a los cálculos este año la venta de petróleo tendrá un aproximado a los 10 mil millones de pesos, advirtiendo que el gobierno federal muy posiblemente los ocupe para la realización de obra pública al estar transcurriendo un año electoral.
Subrayó que la ley de derechos “establece que el 83 por ciento de lo que le toque a PEMEX (Petróleos Mexicanos) entra a las arcas del gobierno federal”, comentado que los montos van integrando a varios fondos, pero estos son distribuidos prácticamente a la voluntad del gobierno federal.
Las designaciones no son planteadas de acuerdo a un proyecto en específico sino para donde son más convenientes dependiendo de la coyuntura, apuntó.
Dijo que el supuesto de que existan ganancias petroleras está reglamentado en diferentes agregados, explicando que el precio del petróleo que está contenido en el presupuesto es de 59 dólares por barril y en últimas fechas el precio se ha sostenido en alrededor de 75 dólares, mientras que en el futuro estarán en unos 80 dólares, calculó; con esto confirmó que esperan un monto de once o más dólares por arriba de lo esperado.
Agregó que el hecho de que el país produzca más de 900 millones de barriles por año, “se estima que va a haber más de 10 mil millones de dólares adicionales de ingreso por concepto de la producción de petróleo, esta es una cantidad muy respetable” que cuando queden totales netos quitándole lo correspondiente a las participaciones de los estados y los insumos, quedarán aún cantidades importantes de recursos al gobierno federal.
Consideró que mediante una planeación más puntual, incluso los excedentes petroleros podrían utilizarse para subsidiar el aumento a los combustibles; estas cantidades representan “dos veces el aumento a los combustibles, cuatro veces el aumento en el IVA (Impuesto al Valor Agregado)”, señalando que las circunstancias han caminado en el país.
En todo caso, puntualizó que el gobierno federal debe de plantearle al senado la propuesta de lo que quiere hacer y de ahí partir para analizar el escenario, insistiendo en que mas allá de esta nueva reforma en materia energética debe de trabajarse en la ampliación de la base tributaria.
Reconoció que existen pendientes para la última reforma energética, sobre todo en materia de la definición de los nuevos regímenes de contratos, lo que supone que va a dar flexibilidad operativa a PEMEX para recuperar la caída en la producción.
Además de que aún no se han abordado cuestiones de instrumentación de la reforma energética, “diría que es fundamentalmente un problema de falta de tramitología o de falta de efectividad”, finalizó.