- Falta de esperanzas en integración al mercado laboral hace que no apoyen a sus hijos
- A través del consejo de personas con discapacidad están impulsando el estudio de la prepa abierta
En Aguascalientes hasta el conteo del año 2000 del INEGI, donde se registran cerca de un millón de habitantes en el estado, el 1.8 por ciento de la población tiene alguna discapacidad; son 17 mil 21; el porcentaje más alto se encuentra entre las personas de 60 años o más. Son 14 mil 204 las personas discapacitadas mayores de 15 años y de esas la cuarta parte tiene un trabajo, el 65.5 por ciento de ellos lo hace como obreros, jornaleros y peones; el 26.9 trabaja por su cuenta y un 4 por ciento trabajan sin paga alguna con sus familiares.
En cuanto a los sectores donde se encuentran ubicadas personas con discapacidad dentro del sector primario está el 11.6 por ciento, 29.7 dentro del secundario y 55.4 dentro del terciario donde se encuentran agrupados todos los giros relacionados básicamente con los servicios.
En lo que respecta a las condiciones de nivel educativo de las personas que viven alguna discapacidad, tomando como referencia el total de personas mayores de 15 años de edad son 14 mil 204, de esas el 28.6 no tiene instrucción alguna, 30.1 por ciento dejaron la primaria incompleta, 19.1 terminaron la primaria, 2.8 por ciento tienen secundaria incompleta, 8.1 la terminaron y 9.3 por ciento de ellos hicieron algún estudio posbásico. Entre quienes no cuentan con instrucción y los que dejaron la primaria incompleta suman 58.7 por ciento.
Para Patricia Guerrero de Santos, presidente del Consejo Estatal de Personas con Discapacidad de Aguascalientes, estos bajos niveles de instrucción en las personas con discapacidad se deben a la falta de un acceso adecuado en cuanto a la infraestructura y la instrucción de los propios maestros que no están lo suficientemente capacitados como para integrar a las personas discapacitadas a la educación regular.
“Porque regularmente los maestros no saben braile o no saben las señas mexicanas nacionales para un sordomudo y para los ciegos y lo que es para las personas de psicomotriz la accesibilidad que no hay en las escuelas”.
Pareciera una cuestión fácil de sortear, pero como lo dijo Guerrero de Santos en muchas de las instalaciones de las escuelas, sobre todo en las secundarias o preparatorias tienen segundos pisos y obviamente sólo hay escaleras no hay rampas adecuadas a través de las cuales los jóvenes puedan acceder quizá no sólo al salón de clases, sino algún otro servicio que no esté en la planta baja.
Esta serie de impedimentos aunados también a la cantidad mínima de personas discapacitadas que encuentran un espacio laboral desmotiva a los padres o familiares del niño o joven para que sean ellos mismos quienes lo impulsen o motiven para continuar sus estudios y por el contrario ellos dicen “ya para que estudian si de todas formas no se van a conseguir un trabajo”.
Cuando los niños llegan a la secundaria los padres lamentablemente se cuestionan si tiene algún sentido “invertir” en la educación de su hijo y en la mayoría de los casos ellos deciden que es mejor dejarlo de lado, aunque algunas veces los adultos no toman en consideración la opinión de los niños que en algunos casos sí quieren continuar porque quizá ellos vislumbran otras alternativas para desarrollarse.
Según Guerrero de Santos es aproximadamente un 50 por ciento de padres los que sí apoyan a sus hijos para llevarlos a la escuela y estar pendientes de su formación académica; sin embargo hace falta por parte de las autoridades educativas y laborales dar de alguna forma una certeza a los discapacitados y a sus familiares de que verdad habrá una integración y hace falta también mayor conciencia de la capacidad que existe para que una persona discapacitada concluya incluso una licenciatura o estudios de posgrado.
Por parte del consejo ellos han promovido entre las personas adultas la oportunidad de continuar sus estudios, desde cualquier de los niveles donde ellos hayan dejado de hacerlo, actualmente tienen alrededor de 40 personas estudiando mayores de 20 años, hay incluso un señor de 50 años estudiando preparatoria abierta, aunque también hay otros que dejaron trunco un nivel de educación básica.
En cuanto a la primaria o la secundaria por parte del consejo están apenas haciendo gestiones para ayudar a niños y jóvenes que también dejaron trunca su educación para que puedan cursarla en un sistema abierto, pero hasta ahora esto todavía no es un hecho.