- No hay alguien que asegure al cien por ciento que no pasará lo mismo que con El Cedazo
- Ambas zonas son ricas en biodiversidad y brindan una serie de servicios ambientales
Son incongruentes las autoridades municipales al plantear por un lado la protección de la Mezquitera La Pona y la destrucción de la cuenca del Arroyo de Cobos, ya que hasta ahora, el titular del Instituto Municipal de la Vivienda (IMUVI), Jan Espinosa ha sido tajante al momento de asegurar que el fraccionamiento es ya un hecho y que van a proteger sólo el arroyo, pero no una zona más allá de ese espacio comentó Carlos Flores, de la asociación Zoyatal.
El activista planteó que obviamente no se tratar de elegir uno y otro espacio sino proteger ambos, porque incluso en cuanto a servicios ecológicos, riqueza de flora y fauna del sitio podría ser incluso más rica la cuenca natural de Cobos y por eso ellos conminarían a las autoridades para que sean congruentes con ambas iniciativas, en donde para La Pona, hay urbanizadores voraces que quieren destruir un espacio natural y en el caso de Cobos es una necesidad ampliar el espacio para fraccionar.
En las reuniones que los integrantes de las organizaciones civiles han tenido con las autoridades, desde las que fueron hace varios meses y hasta las últimas de hace unos días no han visto un cambio de actitud, pues el IMUVI plantea que ellos no van a modificar su plan de construcción y no van a tener consideraciones con la propuesta original, mientras esperan la respuesta de la SEMARNAT.
“El patrimonio de la cuenca no es de unas cuantas personas, la cuenca del arroyo de Cobos se sabe que es el único que al sur de la ciudad infiltra agua de calidad al acuífero de Ojocaliente, nosotros tenemos muy en claro que es un patrimonio de todos los aguascalentenses y consideramos que es prioridad estatal, no sólo municipal”.
Por otra parte, el planteamiento del IMUVI es que este será un laboratorio, no un fraccionamiento donde se analice cómo podrían ser las unidades habitacionales sustentables del futuro, sólo que este es un proyecto piloto de nueve mil viviendas donde el planteamiento más bien pareciera una propuesta de hacinamiento o de “palomares” como vulgarmente se le conoce a las casas de interés social que tienen poco espacio para el esparcimiento.
Las bases de su fraccionamiento sustentable son que captara agua de lluvia, tendrán una planta de tratamiento donde se limpiará agua para ser utilizada en diferentes acciones, áreas verdes, sin embargo la propuesta de urbanización masiva se contradice un poco por la cantidad de espacio que ellos van a utilizar para la infraestructura de la vivienda.
En cuanto esta zona comience a urbanizarse, la plusvalía de los terrenos cambiará y entonces eso les dará opción a los propietarios de las zonas aledañas para decidir vender su espacio para que también forme parte de una mancha urbana que a mediano plazo estará junto a Lomas del Ajedrez o el Morelos. Todo eso será un crecimiento caótico en unos cuantos años y donde quedará la sustentabilidad y la cuenca.
Con proyectos de esta naturaleza planteados en áreas que son todavía forestales se asegura la vivienda, pero al mismo tiempo se pone en riesgo el abasto de servicios básicos como el agua potable que históricamente ha sido un gran problema y en ese momento el problema será de más difícil solución.