- Falta de jubilación, sólo uno de los tantos problemas a causa de la falta de equidad
- Por diferentes razones achacadas al género, las mujeres no llegan a jubilarse y se desamparan
Para que en el ámbito laboral se propicie una verdadera perspectiva de género no hacen falta nuevas leyes y reformas, lo que en realidad hace falta es voluntad política para generar una sensibilización de quienes están involucrados en este ámbito para dar un giro socio cultural y entonces entre otras cosas, disminuir la cantidad de mujeres que se quedan en el desamparo por no contar una jubilación que sea resultado de sus años de trabajo, comentó Verona Valencia García, coordinadora del Centro de Capacitación para el Desarrollo Comunitario (CECADEC).
A través de estos cambios, en el ámbito laboral se podría hacer realidad que verdaderamente exista una igualdad entre hombres y mujeres, para así romper los círculos de pobreza que muchas mujeres están viviendo a causa de una protección.
Las organizaciones civiles son quienes se han encargado de trabajar en las cuestiones de capacitación de la equidad de género, porque las acciones que está realizando el gobierno hasta ahora relacionadas con este tema, no son suficientes porque no todos los funcionarios están capacitados para hablar sobre el tema.
Lo primero es tener voluntad política para involucrar al principio de la administración a gente que conozca sobre cuestiones de la equidad de género y si la gente no sabe de esta cuestión entonces la propuesta será acercarse con personas de la sociedad civil que sí conocen del tema, para entonces generar políticas públicas porque finalmente la pura demagogia no tiene sentido, la perspectiva de género cuesta.
Entre las razones que Valencia García mencionó para que una mujer no tenga una jubilación al llegar a ser una adulta mayor, están que los patrones por mucho tiempo no las dan de alta o dejan de trabajar por un tiempo cuando tienen hijos y se dedican a cuidarlos; cuando se reincorporan a la actividad laboral difícilmente llegan a cubrir los años que requieren para alcanzar su jubilación.
Fuera de las mujeres que trabajan en el magisterio, en las demás áreas generalmente hay un alto nivel de rotación por cuestiones de reproducción, por otro lado tiene que ver con el tipo de contrato que tienen las mujeres donde están registradas, ya sea por honorarios o bien, entran y salen constantemente para no generar antigüedad y finalmente sigue siendo común que el patrón no dé de alta a sus empleadas cuando están jóvenes por considerar que son fuertes y no “necesitan” las prestaciones.
Otro aspecto que incide es que las mujeres entre los 40 y 50 años de edad es cuando hay alguna separación con su pareja por infidelidad, desacuerdos o viudez y es justo en ese momento cuando ellas se quedan solas porque los hijos se independizan, en ese momento algunas buscan reintegrarse al trabajo y eso marca una diferencia, están muy lejos de alcanzar la jubilación en el tiempo que deberían y tienen que seguir trabajando.
Valencia consideró que sería adecuado revisar cuántas de las mujeres que están dentro de la Población Económicamente Activa (PEA), laboran como trabajadoras domésticas o en sectores informales, lo que también disminuye la cantidad de ellas que puedan alcanzar una jubilación, pues en estos ámbitos no existen prestaciones, ellas trabajan por su cuenta en algunos casos y con las trabajadoras domésticas no existe la cultura de la protección, sólo tienen un salario.
Al hablar de una mujer que no tiene seguridad en la vida, ni económica, ni social, ni de salud se considera un nivel casi total de desamparo que las deja a su suerte, pueden sólo vivir de la caridad de las personas y eso si quieren darles porque en realidad no tienen a nadie cerca de ellas.