- El reto será que hagan una investigación para determinar que afectaciones sufre un niño
- Algunos funcionarios y congresistas se basan sólo en sus creencias para limitar la diversidad
La discriminación hacia las personas homosexuales se ejerce de manera sistemática desde las instituciones y es por eso que ahora sin conocimiento de causa les achacan no ser capaces de hacerse cargo de un hijo cuando en realidad nadie se ha preocupado por hacer un estudio serio de aquellos niños que han crecido cercanos a un homosexual o en un hogar de esta naturaleza para saber realmente que afecciones les ha traído, declaró Julián Elizalde Peña, como una forma de apelar a las autoridades a que realmente hagan un estudio.
Generalmente el sustento de la discriminación tiene que ver con fundamentalismos religiosos y culturales que tienen su origen en la formación que tienen quienes ahora están involucrados en las instituciones, lo que ha impedido que ellos aboguen por una verdadera democracia donde se tome en consideración los derechos y necesidades de las minorías como en este caso las personas homosexuales.
“Su ideología cultural en el sentido machista, sexista, segregan a la población, la marginan, a todos aquellos que aparentemente no está haciendo lo correcto, no está haciendo lo que la mayoría hace y esto sí se da a nivel institucional”.
Desde el colectivo Sergay han analizado que tanto los políticos como los líderes de opinión en las instituciones o quienes tienen el poder de decidir tienen un marcado conservadurismo que les ha impedido impulsar iniciativas de la naturaleza del matrimonio para personas homosexuales como ya se hizo en el Distrito Federal y se esperaría que las demás entidades estuvieran abiertas para siquiera analizarlo como una posibilidad.
Para Julián que es parte de la comunidad homosexual, aunque siga siendo una minoría en realidad no son pocas, ni pocos quienes pedirían ser escuchados y no solamente en lo que concierne al tema del matrimonio, sino otros derechos.
A propósito de la aprobación del matrimonio en el DF, Elizalde Peña reconoció que ellos siempre han estado a la vanguardia pues también fueron los primeros en legislar para penalizar la discriminación, aspecto que sí es ya un hecho en Aguascalientes y que muchas personas desconocen, “ahora es el primer estado en reconocer estos derechos, es el primero en reconocer estos derechos, es el primer estado en garantizar algo completo”.
“Yo quisiera que me dijeran quienes de Aguascalientes han hecho una investigación para saber cuántas mamás lesbianas o parejas de homosexuales que tienen hijos, cómo están esos hijos, cómo han crecido, de papás homosexuales, qué calidad de vida tienen porque no han hecho ninguna investigación y se basan en meras suposiciones”.
Elizalde Peña puso como ejemplo a su propia hermana que la cuidó desde que tenía un año y ocho meses, que es ahora una profesionista, una mujer plena, tiene actualmente 28 años de edad, que defiende sus propios derechos, es una mujer realizada.
Para hacer afirmaciones o dar conclusiones respecto de la capacidad de un homosexual para tener o no hijos, antes debieran hacer una investigación fundada en bases científicas, no en opiniones basadas en ciertas creencias que manifiestan funcionarios y congresistas sin tener ninguna evidencia, basado sólo en prejuicios.
Esto pasa en Aguascalientes y con esta serie de prejuicios machistas y homofóbicos a la sociedad civil organizada se le vuelve más difícil avanzar porque desafortunadamente son dirigentes quienes cuartan por principio esta libertad de acción.
“Muchas veces aunque la sociedad esté preparada (…) el principal oponente son los congresistas y ya no sabes ni por quién votar porque nuestra izquierda, aquí no es izquierda también mantiene muchas cuestiones de conservadurismo y de derecha, esos son los principales limitantes, eso y los gobiernos actuales”.