Lo que se requiere de los hombres, para el avance de la equidad de género y el respeto a los derechos humanos de las mujeres, es su participación en el ámbito privado porque ellos también forman parte de la construcción armónica de la sociedad desde la familia, argumentó Elsa Carolina Guzmán Martínez, titular del Instituto Aguascalentense de las Mujeres (IAM) como un llamado para aquellos que también deben sumarse a la lucha por la equidad.
Es necesario que ellos participen en la educación y en la formación
de los hijos, además de las actividades del interior del hogar que
están endilgadas sólo a las mujeres que eran y todavía ahora en su
mayoría lo son quienes deben hacerse responsables de todas estas
labores.
Entre más se involucren los hombres con las labores del hogar darán
mayor oportunidad a las mujeres de cumplir con algunas obligaciones en
el ámbito privado, pero también podrán ocuparse de actividades en el
espacio público y desenvolverse como trabajadoras o estudiantes o para
cualquier otra actividad que ellas consideren importante para su
desarrollo personal.
A esta nueva tendencia de relación de los hombres con las mujeres y
con el mismo espacio privado lo han denominado nueva masculinidad, que
establece una estructura diferente donde los hombres y las mujeres
juegan roles diferentes a los que anteriormente habían sido
establecidos “aceptados” y puestos en práctica. Desde esta nueva
masculinidad, la idea en que tanto las mujeres como los hombres puedan
verse como iguales, se respeten y entre ambos construyan proyectos por
igual.
Es importante que ambas personas tengan la posibilidad de salir al
ámbito público a desarrollarse en el espacio donde ellos lo decidan y
es al mismo tiempo muy respetable, dijo Guzmán Martínez, la decisión de
aquellas mujeres que se quedan en su casa, siempre y cuando sea por su
elección y no porque se vean obligadas a causa de que no hay quien se
haga cargo de las labores al interior del hogar, la limpieza de la
casa, cuidado de los hijos, preparación de alimentos y todas las
acciones que de estas actividades se desprenden.
“No hay quién te cuide a los hijos, no hay quién haga los trabajos
domésticos, no hay quién tenga todo lo necesario para que pueda
convivir una familia, entonces a ellas les dicen esto te toca a ti y a
mí me toca esta otra parte”.
En este sentido la titular del IAM dijo que desde aquí debe exigirse
un trato igualitario para hombres y mujeres porque de lo contrario
estamos hablando de acciones antidemocráticas, “no podemos hablar de
una democracia plena donde más de la mitad de la población está
excluida de todos estos recursos, de toda esta participación, de todo
este desarrollo humano, es el nuevo paradigma que tenemos que cambiar”.
Este es un cambio cultural pendiente en mujeres y hombres, porque
también ellas tienen que creerse que sí pueden involucrarse en otros
espacios para dejar atrás los roles y los estereotipos que
históricamente les han definido para entonces realmente compartir
responsabilidades entre hombres y mujeres.
