El gobernador del estado, Luis Armando Reynoso Femat, señaló ayer que la nueva visión que exige la democracia, en la que los partidos transitan en la alternancia, debe desechar el pensar y actuar de “un pasado autoritario e insensible, la autosuficiencia del intelectualismo despótico característico de otras épocas”.
Lo anterior, como parte del mensaje que leyó ante sus funcionarios,
el Poder Legislativo y el judicial, a quienes llamó a trabajar en
conjunto, asegurando que “los resultados del ejecutivo se apoyan en lo
que hacen los otros dos poderes
si uno de los poderes no colabora, por
más que nos empujen, no podremos llegar lejos”.
Luego de asistir en compañía de su familia y su gabinete a una misa
que ofició el sacerdote Raúl Sosa Palos en la catedral del estado y
donde el evangelio del profeta Daniel versó sobre evitar los vicios
para comparecer tranquilos ante el creador, Reynoso Femat entregó al
presidente de la mesa directiva, Gerardo Sánchez Garibay, copia impresa
y digital del “mensaje estrictamente político” que había anunciado el
día anterior.
En él, estableció también que hoy está “más activa” “la intervención
de intereses oscuros, de gente que promueve antagonismos indebidos y
alarmas infundadas (
) que quieren pasar por encima de las
instituciones buscando aprovecharse de la buena voluntad de la gente”.
Al hablar enteramente de las actividades de su administración, se
refirió como logros a los proyectos estratégicos “que aún no se han
terminado-, como el Distrito de Riego, el Centro de Convenciones y el
hospital Hidalgo.
Vio su sexenio como un período de ajustes y renovación, afirmando
que la tranquilidad, la economía y la infraestructura que recibió
fueron ilusiones y que, de no haber actuado el gobierno como lo hizo,
“las cosas” estarían verdaderamente peor.
Dentro de esta gestión, calificó 2009 como “el año más difícil”, en
el que tomó decisiones “que a nadie agradan y que ningún gobernador
quisiera haber tenido que enfrentar” y en cuyo segundo semestre se vive
la fase más aguda de la crisis económica.
No obstante, el mandatario aseguró que gracias a la aplicación de un
gasto que no era para “consumirlo de inmediato, sino para estar
preparados” para esa situación que dijo haber previsto, Aguascalientes
“resistirá, saldrá antes que otros, mejor y más fuerte, porque después
de épocas de pereza y mala alimentación, en los último cinco años
fortalecimos los huesos de ese sistema”.
Se refería al Plan Estatal de Desarrollo (PED), con base en cuya
implementación evaluó que, “a unos meses de que inicie el proceso
democrático de renovación de poderes”, su gobierno ha cumplido su
responsabilidad económica, social, política e infraestructura.
Justificó que la ruta planteada en “no era la más cómoda”, pero sí
la adecuada para enfrentar con infraestructura educativa, de
fortalecimiento a los municipios, modernización de la administración
pública y obras como el Distrito de Riego 01 la situación adversa, pues
la “vitalidad” de Aguascalientes, dijo, estaba sostenida en estructuras
“ya anticuadas”.
Este trabajo, continuó, se realizó con eficacia, transparencia y una
visión conjunta de todas las secretarías hacia “el futuro, con
bienestar en el presente”.
Sin presentar cifras duras en ningún momento, Reynoso Femat aludió a
los premios de “Mexicanos Primero” en educación, a los cinco Premios
Nacionales de Vivienda, al Premio Nacional de Calidad, nuevamente al
distrito de riego, al primer lugar nacional en cobertura de agua
potable, drenaje y saneamiento, a la cobertura en 90 por ciento del
seguro popular, a la construcción del Centro de Convenciones y el
hospital Hidalgo, al primer lugar en clima de negocios y a las acciones
conjuntas con la policía federal y el ejército en materia de seguridad.
Para 2010, sostuvo que habrá de eliminarse el gasto superfluo,
invertirse en lo necesario y seguir fomentando el ahorro y marcó como
prioridad para el último año de su gestión, “además de concluir los
programas de obra pública e infraestructura”, fomentar la generación de
empleo y protección a la población vulnerable. Aseguró también que
gracias a su gobierno, las administraciones subsiguientes “no partirán
de cero”.
Se refirió también a la epidemia de influenza y como la suspensión
que por ésta tuvo que hacerse de la feria impactó económicamente al
estado, lo mismo que la sequía y otros factores -“algunos naturales,
otros creados por la imprudencia o la irresponsabilidad”- que se
combinaron.
Pese a ello, aseguró que hay resultados que disiparán “el desaliento
o la crítica de frivolidad” y con los que consideró haber cubierto los
frentes de batalla de la Revolución Mexicana: contra la pobreza, contra
la insalubridad, contra la ignorancia y contra la inseguridad”.
Más tarde, en la verbena que realizó para los ciudadanos civiles,
repitió sus alusiones a los proyectos de infraestructura, así como el
discurso de su detonación en mejora económica de la que no presentó
números.
En este nuevo mensaje, pidió la confianza de la gente y estableció
que la mejor recompensa por cinco años de trabajo es “la mano de la
gente”.