Luego de que Elizabeth González Landín presentara un documento en el que pedía el desconocimiento del regidor perredista, Abel Hernández Palos “por el menosprecio” al Comité Directivo Municipal (CDM) del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el edil respondió y concibió este ataque como una reacción ante su indiferencia en el caso de la demanda presentada por parte de su compañera de partido y diputada local, Nora Ruvalcaba Gámez.
Hernández Palos, integrante de la corriente de Izquierda Unida,
señaló que incluso el día que la diputada presentó la demanda en contra
del alcalde de la capital, Gabriel Arellano Espinosa, tuvo oportunidad
de encontrarla por la mañana pero en ningún momento le expresó la
necesidad de contar con su apoyo.
Dijo que no hubo una llamada por parte de ninguno de los comités del
partido para informarle acerca de la demanda de juicio político en
contra del presidente municipal, por lo que estaba limitado de datos
para poder dar su aval a la situación como la planteada.
“No he recibido ninguna notificación”, por lo que no descartó que
esto simplemente sea parte de una estrategia mediática que busca un
“revanchismo político”, señalando que González Landín “ha sido una de
las piezas de Alférez (Fernando Alférez Barbosa, ex candidato a
diputado federal) y Nora (Ruvalcaba Gámez); no dudo que sea una
reacción de Nora”.
Anticipó que al realizarse el proceso correspondiente y cuente con
una notificación del caso comenzará a buscar el respeto de sus derechos
políticos, mientras tanto hará caso omiso a las peticiones de renuncia
de su cargo.
Sostuvo que el procedimiento queda en competencia del CDM, por lo
que es necesaria una reunión para darle continuidad, aprovechando para
declarar que este organismo en muy pocas ocasiones ha sostenido
acercamientos incluso para las sesiones ordinarias.
Aclaró que González Landín es secretaria general del CDM, y el
origen del problema porque precisamente este el organismo de enlace que
tiene el regidor con el partido, pero comentó que desde que comenzó su
gestión estuvo inconforme de sostener esta relación con el instituto
político a través de este medio, porque a su decir, el actual
presidente del comité, Iván Sánchez Nájera, ocupa una figura que fue
asignada por la corriente interna denominada Nueva Izquierda, liderada
a nivel nacional por Jesús Ortega.
“Desde un principio hemos dicho que esas formas de imponer
candidatos no las legitimamos, ni las vamos a reconocer porque nuestros
estatutos son claros. Desde un inicio dijimos que no, por eso traté con
el secretario general del Comité Directivo Estatal (CDE)”.
Incluso, tuvo acercamientos con el presidente del CDE, Noé García
Gómez, para exponerle la inconformidad de tratar con Sánchez Nájera,
“debido a la forma en que fueron asignados”.