Sin necesidad de colgar enormes lonas en el informe de su compañero de partido y con quien comparte aspiraciones políticas, Lorena Martínez mostró ayer en el Palacio Municipal que es en definitiva una de las cartas fuertes del PRI en la contienda que hoy inicia.
A su entrada al recinto, acompañada de Héctor Hugo Olivares, Fernando Gómez, Armando López Campa (los dos que se pasaron el informe “comentando” entre sí), Gerardo Sánchez Garibay y otros diputados del PRI, así como el secretario general del Congreso, Miguel Ángel Juárez, las personas que hasta entonces se encontraban dispersas acudieron arremolinándose frente a la tarima para saludar a la ex diputada.
Muy diferente fue la llegada de Carlos Lozano y sus “Lozano Boys”,
Luis David Mendoza y Tagosam Salazar, a sus costados, y David Hernández
Vallín, detrás, desde luego con su gente de comunicación grabándolos en
todo momento. Se notó su llegada, pero fue opacada por el madruguete de
la Martínez.
Y mientras esto sucedía a la vista de todos, detrás del escenario
José Luis Proa ensayaba el discurso “crítico” con que respondería a su
“moderno y valiente” jefe.
Muy curioso, por otro lado, fue escuchar las notas navideñas de “El
niño del tambor” en el informe, sobre todo después de la fotografía
donde La Jornada
Aguascalientes captó al edil la semana pasada.
Por el lado de Gabriel, hay que destacar que ahora sí, el alcalde
logró que lo acompañaran los cuadros más representativos del priísmo
local, a diferencia del año anterior, donde todo mundo le hizo el feo.
Los diputados priístas y sus representantes de corriente estuvieron en
primera fila, aunque al finalizar el evento, Gabriel Arellano lograra
un abrazo con Carlos Lozano y aprovechara para contarle un secreto al
oído, enunciado que no le pareció tan grato al senador y ni tiempo tuvo
para detenerse a la foto.
Al edil le fue bien, porque como dijeran entre algunos funcionarios
municipales: “el bueno es el 10”, ahora ni los acarreados fueron
necesarios. El presidente municipal estuvo tranquilo aunque en momentos
Catalina Azcona le sacara “canas verdes”.
Pero le salió al quite el “bebesaurio”, quien el día de ayer pudo
consagrarse bajo este nombre porque logró el objetivo de ser leal a la
administración priísta, con un discurso sumamente complaciente que
solamente reconoció que el cabildo tuvo errores, nada más que se le
olvidó mencionarlos.
Con esto, vimos que las amenazas por no tener su finiquito listo ya
están esfumándose. Por lo menos quedó bien con quien lo llevara a su
posición de regidor, a pesar de que olvidara en su presentación
mencionar a la secretaria adjunta del PRI, Lorena Martínez-
A quien por cierto, se le vio sonriente y amable con el senador
Lozano, que ahora resulta estar a favor de una elección abierta para
que la ciudadanía exprese su voto. Y no anda tan perdido nuestro
senador, porque de consolidarse el mecanismo a través del consejo
político del partido, éste vería mermadas sus posibilidades de lograr
la grande, ampliándose las chances para la ex diputada federal, pues es
ella la que tiene más barajas sobre la mesa, en esa ruta.
Una fiesta de la unidad, prendida de alfileres.