Es muy difícil hacer entender a las autoridades sobre los efectos del cambio climático que se avecina, está ya encima y mientras las organizaciones se preocupan por hacer un plan de acciones de mitigación, los funcionarios se empeñan en destruir espacios vírgenes, naturales y de los pocos lugares de recarga de mantos acuíferos natural como el arroyo de Cobos que está próximo a convertirse en una zona habitacional, declaró Enriqueta Medellín Legorreta, integrante de la asociación Conciencia Ecológica.
Ante la amenaza de los efectos del cambio climático el tiempo se vuelve corto y los espacios naturales como el arroyo de Cobos y lo que a su alrededor existe es necesario preservarlo para amortiguar las afectaciones que de manera natural se darán por los niveles de contaminación y destrucción del ecosistema hecho por las personas.
“Ahora vemos que un lugar que está virgen, un cauce y una cuenca que
están bien conservadas y que además tiene vestigios arqueológicos y que
además es una zona fosilífera importante y están empezando a
urbanizar”.
En este momento está prácticamente por ser autorizado el primer
fraccionamiento y lo que las asociaciones quieren es detener este
embate a tiempo, porque todos los vestigios mencionados son reales,
incluso se tienen los mismos fósiles, fotografías del área y hasta una
lista de la flora y fauna existente en este espacio.
Aunque las autoridades tratan de minimizar el asunto justificando
que por lo pronto sólo está en proceso una primera etapa del proyecto,
es una realidad que el fraccionamiento completo está planteado como un
desarrollo a diez años y tarde o temprano crecerá.
Los miembros de la asociación están cansados de ver lo que sucede
cuando se gestiona un cambio de uso de suelo para un predio porque
tarde o temprano estos espacios verdes se tapan con asfalto o se
vuelven la cloaca de las unidades habitacionales, “no puede ser, de
verdad tenemos que aprender a proteger, de verdad tenemos una
responsabilidad enorme de quienes ahorita están tomando decisiones
porque sus nombres van a quedar escritos, espero que con oro, pero me
temo que será con sangre, porque en diez años estaremos viendo lo que
esto ocasiona”, señaló Medellín
Ante estos hechos los cuestionamientos de las asociaciones
ecologistas son, cuáles son los criterios de crecimiento de la ciudad,
para disminuir la vulnerabilidad social de Aguascalientes ante la
situación del cambio climático, de conservación de cauces de agua,
principalmente este último punto debiera ser una prioridad de las
autoridades pues el estado está denominado como de alto riesgo ante la
desertificación frente al cambio climático.
Medellín Legorreta agregó, que la protección de los cauces, tanto el
de Cobos como los de otras zonas ya no son un asunto de desarrollo del
municipio o el estado, sino una cuestión de sobrevivencia para las
presentes y futuras generaciones.
Si es verdad que las autoridades municipales tienen un compromiso
para proteger esta área, ellos como organización de la sociedad civil,
les exigirán que aceleren la delimitación de la poligonal de acuerdo a
los estudios hechos por especialistas para asegurar la cuenca y que
será un patrimonio del estado.
En cuanto a la asignación del presupuesto para el medio ambiente,
dijo que es irrisorio el mensaje que mandan las autoridades y el
Congreso, pues reflejan que cada vez les importa menos el medio
ambiente pues le reducen el presupuesto.
“Es más, ahora están atreviéndose a decir, está el rumor de que
quieren fusionar PROESPA, IMAE y el INAGUA, ese es un clarísimo
retroceso para un estado que en materia ambiental se para el cuello a
nivel internacional porque mucho trabajo costó que se separan estas
instancias independientemente de cómo estén trabajando cada una de
ellas”, finalizó.