En términos de ciencia, México tiene pendiente formar a los estudiantes desde edades tempranas para que adquieran competencias, se apropien del conocimiento para que más tarde se involucren con el quehacer científico y otro gran reto es el de abrir mayor cantidad de espacios para que las nuevas generaciones de maestros y doctores tengan un espacio donde desarrollarse, argumentó Julio Rubio Oca, actual consultor de varias instituciones de educación superior.
Rubio Oca dijo que no se ha hecho todo lo que se necesita para que
en México se desarrolle la ciencia de una forma más amplia, pero hasta
ahora están trabajando en diversos programas como es el caso por
ejemplo de las semanas de divulgación científica que son un programa
que tiene ya 35 años, en un inicio se realizaban sólo en el Distrito
Federal y ahora están esparcidas por 37 sedes diferentes, como en el
caso de Aguascalientes.
Estas actividades realizadas en conjunto con la Asociación Mexicana
de la Ciencia (AMC) que tiene el propósito de fomentar vocaciones
científicas para que el país incremente su propio conocimiento para su
desarrollo al interior y su competitividad.
Aunque estas actividades no llegan directamente para los niños, dijo
el académico que a ellos se les ha promovido el acercamiento al
conocimiento, a través de la enseñanza de las matemáticas, de la
ciencia, pero sin lugar a dudas les hace falta un fortalecimiento a
este vínculo entre los estudiantes y el aspecto científico.
Uno de los grandes retos en el sistema educativo nacional es lograr
que los niños desde la primaria en lugar de realizar procesos de
memorización, el profesor genere dinámicas que hagan al niño entender
lo que sucede alrededor suyo a través de las asignaturas que llevan
durante la educación básica, media superior y la superior. “Que
nuestros niños y jóvenes no aprendan mecánicamente o memoricen el
conocimiento sino que arriben a él a través de diferentes sistemas de
aprendizaje, talleres, simuladores y otras vías”.
Lo que realmente tienen que asegurar los profesores es que los niños
adquieran competencias para buscar el conocimiento, entenderlo y
aplicarlo porque memorizar tiene cierta vigencia en el cerebro, llega
un momento donde las cosas se olvidan, en cambio nunca se olvida cuando
se arriba al conocimiento a través de una ruta donde se aprende el
conocimiento.
Desde su perspectiva México no tiene un retraso en cuanto a la
formación de investigadores, dijo más bien que el país tiene todavía
una capacidad limitada para la formación de científicos, “necesitamos
ampliar esa cobertura para poder competir con países donde por ejemplo
se gradúan cuatro o cinco mil doctores al año; nosotros graduamos mil
al año, hay que multiplicar esas capacidades, hay que multiplicar las
capacidades y fortalecer la capacidad de las instituciones, tener la
posibilidad de que un mayor número de jóvenes se vean atraídos”.
En cuanto a la apertura de espacios para emplear a los doctores y
maestros dedicados a la investigación hay que poner mayor atención, hay
algunos esfuerzos pero no se ha logrado detener la “fuga de cerebros” y
es necesario seguir trabajando para que los jóvenes universitarios
mexicanos regresen a México y fortalezcan las capacidades para el
desarrollo.
Esto es labor de todos, gobierno, sector productivo, las mismas
instituciones educativas para con eso crear una sinergia que realmente
beneficie al país, al momento de crear productos de creación propia.