Mientras que en México se producen y realizan 70 películas en un año, en Colombia se hacen 7 u 8 y aunque no existe una “industria” como tal, el cine en el país de origen de Luis Alberto Restrepo se encuentra en un buen momento, al menos desde la perspectiva de este realizador a diferencia de momentos como la época que hay entre los años 1985 y el 2000 en los que prácticamente no se hizo una sola película en este país latinoamericano.
En Colombia se ha hecho poco cine dijo, pero desde hace cinco o seis años se implementó una ley donde se estipula derogar un recurso destinado al cine, para el apoyo de la producción y es entonces que han podido realizarse entre 7 y 8 películas en un año, que no es suficiente pero ha permitido hacer mucho documental y cortometraje principalmente de la gente joven interesada en estudiar y dedicarse de lleno a esto.
“Sin embargo, Colombia es un país del tercer mundo, es pobre y es donde hay muchos cuellos de botella con la producción cinematográfica, la distribución, con el financiamiento y aún así yo diría que estamos pasando por uno de los mejores momentos del cine colombiano”.
La distribución y exhibición es algo problemática como lo es en otros países, pero aún así el nivel de películas que llegan a proyectarse en una sala comercial es del 80 por ciento, a diferencia de países o lugares donde hay muchos filmes que no llegan nunca.
El cine mexicano hasta los años 60 en Colombia era el único del extranjero que se veía, después vino el cine norteamericano y desplazó por completo al resto de las producciones, para Restrepo hay un corto circuito en América Latina que impide la distribución en todo el continente a excepción de los festivales. Desde su perspectiva la producción mexicana es de las mejores de Latinoamérica.
La participación en los festivales, les permite a los directores de cine, además de mostrar su trabajo, entender qué es lo que hizo al filmar una película, la lectura de la gente de otras partes es un ejercicio enriquecedor el contacto con el público, los festivales son definitivos porque en los circuitos comerciales no existe la posibilidad de hacer un encuentro cercano con el público, “una de las cosas más difíciles para uno, es entender cómo la gente ve las cosas, eso no es fácil”.
El estreno de “La pasión de Gabriel” fue en el Festival de cine de Guadalajara donde ganó un premio a mejor actor y se presentó en Aguascalientes como parte de las películas seleccionadas en el Festival Internacional de Cine Cinenaguas.
Este filme del director colombiano, Luis Alberto Restrepo narra la historia de un hombre que cree que puede cambiar el mundo y aunque éste no es un filme religioso, el director tomó como referencia la vida de Cristo desde el punto de vista del personaje que tiene sueños e ideales y es fiel a ellos.
En la película finalmente Gabriel es asesinado, Restrepo lo dice sin mayor apuro porque en realidad es un hecho que se ve venir muy claro desde un principio y estos sucesos no son en realidad la esencia de la historia, lo más importante es en realidad el desarrollo de los hechos y ese reflejo de una realidad que a diario viven los colombianos inmersos en la guerrilla.
La base de la historia pareciera clásica, tanto que desde un principio se sabe que Gabriel morirá, sin embargo lo excepcional es la historia porque ya casi no hay personas que den la vida por lo que creen, “la verdad es que los seres humanos tenemos un sentido de conservación bastante desarrollado y el idealismo se ha ido perdiendo, en un país donde el conflicto armado se ha vuelto una cosa tan compleja, tan larga, insoluble, me parece que contar la historia de un hombre que es capaz de todo por lo que cree es un alivio”.
