En días pasados se llevó a cabo el evento denominado VI Foro Internacional Desde lo Local ”Fortalecimiento Municipal Tarea de Todos”, teniendo como sede el Centro Internacional de Convenciones de Puerto Vallarta, Jalisco. Siendo uno de los destinos preferidos por los habitantes de Aguascalientes, la presencia de funcionarios del gobierno estatal, de los once municipios y del congreso del estado no podía faltar en esta ocasión. Según las crónicas de prensa los diversos eventos congregaron a seis mil 760 personas de los tres niveles de gobierno de todo el país.
Ignoro la cantidad exacta de participantes de Aguascalientes, pero tuvo que haber sido importante, ya que en las playas y vestíbulos de los diferentes hoteles sede, se podía saludar a múltiples amigos y conocidos. Lo curioso del caso es que cuando se les preguntaba acerca del contenido de las ponencias que ahí se leían, la respuesta común era un “no sé, yo he estado todos los días en la playa o en la alberca”, lo cual resulta ejemplar acerca de la justa importancia que para los funcionarios turistas tuvo tal evento, pues su presencia en el atractivo destino, además de no dejar solo a su respectivo presidente municipal cuando leyera su ponencia, tan sólo sirvió para que por unos días se quedaran atrás las labores cotidianas en las oficinas públicas locales.
El miércoles 28 de octubre, día de la inauguración, la nota fue el despliegue impresionante de elementos del Estado Mayor Presidencial. Signo de los tiempos en que el hombre que ostenta el cargo público de mayor relevancia en el país teme hasta de su propia sombra (las opiniones estaban divididas: unos justificando el despliegue por el supuesto combate al crimen organizado que ha dejado en los presuntos afectados afrentas imborrables; otros, claro está, diciendo que el aumentazo a los impuestos pactado entre el ejecutivo y el legislativo justifica cualquier temor a acciones provenientes de diversos frentes), lo cierto es que Puerto Vallarta, —cuna de Fernando González Corona, multimillonario empresario hotelero, ex diputado federal y ex alcalde del puerto, otrora amigo favorito de Felipe Calderón— por unos días estuvo tomada por fuerzas federales que protegieron al titular formal del poder ejecutivo y a funcionarios de su gabinete.
Contradicciones a simple vista: en un lugar sede de premiación “al buen gobierno” la colonia Villa de las Flores, lugar en que está ubicado el Centro de Convenciones, los habitantes no cuentan con servicios básicos tales como el alcantarillado o la pavimentación. Casi una ciudad perdida de no ser por la central de autobuses que se ubica a unos cientos de metros, lo cierto es que los colonos no recibieron ningún beneficio de los cientos de premios entregados.
Ellos seguramente no estuvieron enterados que el programa Agenda Desde lo Local está basado en el Programa Agenda Local XXI de la Organización de las Naciones Unidas, y que el mismo consta de cuatro etapas: implementación del autodiagnóstico por cada municipio, doble verificación de los avances en las “áreas de oportunidad” y, finalmente, la certificación de aquellos municipios que han obtenido en distintas áreas la excelencia.
Dicha metodología consta de 39 indicadores con 270 parámetros específicos en cuadrantes de un “buen gobierno”: el desarrollo económico sustentable, el desarrollo social incluyente y el desarrollo social con un ambiente sano y sustentable. Ni uno ni otros en Villa de las Flores, más bien pobreza y segregación.
Probablemente habrá qué revisar la metodología para el futuro inmediato. Si nueve municipios de Aguascalientes, —con la excepción de San José de Gracia y El Llano—, recibieron la certificación en todos los rubros y les dieron su “premiozote” (véase a un sonriente Gabriel Arellano porque le dieron por fin una estrellita sin necesidad de sacar a las esquinas las chatarras que dice que le heredó Martín Orozco), algo está pasando que nuestros sentidos nos niegan que tengamos gobiernos de excelencia. Cierto es que instituciones neutrales revisan los indicadores y posteriormente se realiza la certificación. Por supuesto que los involucrados en la revisión son generalmente académicos sin intereses políticos – partidistas, y que en el caso de nuestro estado es personal de nuestra querida y hoy castigada con recortes presupuestales Universidad Autónoma junto con el Instituto Tecnológico los que realizan las tareas, mismas que no son remuneradas de ninguna forma. Pero cuando la revisión de indicadores sale de sus manos, ésta queda al libre manejo de instancias de los gobiernos estatales como la Secretaría de Planeación, la cual se convierte en los hechos en una caja negra que podría prestarse a manejos políticos discrecionales. Por ejemplo, si la actual metodología probablemente arroja que el municipio de Aguascalientes es ejemplo de un “ambiente sano y sustentable” es porque el personal de SEPLADE tal vez nunca ha pasado por avenida Universidad, lo cual no les ha permitido percibir que la empresa de carnes UGASA es un peligroso foco de infección la mayor parte del día en que arroja los desechos animales al aire que respiran miles de habitantes de colonias aledañas, o los propios miles de estudiantes, profesores y trabajadores de la UAA. Detalles nimios aparte, nueve de nuestros municipios ya fueron certificados como excelentes. Lo que no dicen las crónicas es que los premios se repartieron como confeti. Cientos de certificados fueron repartidos, lo cual es un indicio de que tal vez todos nuestros gobiernos son ejemplares, o de que a la realidad hay que taparla ya no con un dedo, sino con múltiples premios.