No cabe duda que seguimos confundiendo la magnesia con la gimnasia (decía la abuela). Y parto en el caso, del siguiente cuestionamiento: ¿Qué resulta por ahora más importante? ¿La casi Clausura del 2º. Encuentro Regional de Jazz Centro Occidente, o el inicio de la Temporada Otoño de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes? Porque el hecho de que coincidan en tiempo y espacio tales eventos (ambos de capital importancia), no implica que necesariamente tengan que combinarse o “encontrarse” en específico momento. Si ello ocurrió con éxito el año pasado y gracias a la presencia de los Hermanos Toussaint y su “Suite Sacbé”, eso no implica que así tenga que ser siempre, y mucho menos cuando la selección de “obras” no es la adecuada. Y formulo la misma pregunta con la que inicie mis colaboraciones en este diario ¿Cómo valorar el trabajo realizado por el Director Invitado Israel Yinon, que por cierto, se divirtió como enano?
Lo relativo al encuentro jazzístico, experimentó un altísimo nivel el lunes 28 de septiembre en las instalaciones del Teatro Víctor Sandoval, propio para tal clase de música (y para las “francachelas” de quien ustedes ya conocen). Con esto no quiero decir que el Teatro Aguascalientes no pueda ser utilizado para buenas “tocadas jazzísticas” (o para las “bacanales” del citado); ¡claro que sí!, pero todo en su debido contexto. Y la combinación del sonido sinfónico con el generado por los jazzistas, resulta ser de excepción, y no siempre tiene que ser afortunado, como ocurrió este pasado viernes. Eugenio Toussaint (piano); Aarón Cruz (bajo) y Gabriel Puentes (batería) continuaron el lunes señalado los trabajos del Encuentro de Jazz (iniciado por Magos Herrera el sábado 26), con el desarrollo del programa “OINOS: Música para beber vino”, siendo diez temas los que nos ilustraron sobre la cultura del vino: cuatro que refieren sus elementos de proceso y evolución (“Luz del Sol”, “Acqua” -dedicado a Josef Zawinul-[1], “Terroir” y “Envero” –en honor de Manuel Benet[2]-; tres que identifican las zonas de producción de la vid (“California”, “Toscana” y “Bordeaux”); y tres que explicaron las diversas variedades que se obtienen de la mezcla de las uvas (“Pinoit Noir” –recordando a Clare Fischer[3]-, “Celebración” –en celebración de Nicolás Alvarado[4]- y “Tui”). Por supuesto, y dados mis gustos personales, me quedo con la excelente propuesta de “Tui”, aunque la totalidad de la presentación haya sido más que aceptable, a pesar de las fallas del sonido claramente evidenciadas en el tema “Acqua”, que no soportó el fraseo de Aarón Cruz en su Czech-Ease Acoustic Road Bass, construido por David Gage. Y después de tan excelente muestra, el resto de la semana sirvió para la presentación de los trabajos de Ricardo Martín Jáuregui y Gabriel Fernández y su propuesta “Huatango” (sic), Astillero, Brenda Cervantes y el Rick Parker Trio. Y para el viernes, el fallido encuentro grupo de jazz/orquesta sinfónica.
En el caso de Yinon, es evidente que se trata de un director que se
“acomoda” sin problemas al “ambiente” que genera el conjunto de la OSA;
trabaja con facilidad y sabe “manipular” al público asistente (aunque
éste llegue tarde al concierto o interrumpa la interpretación de las
obras con sus aplausos impertinentes), por lo que sus resultados, son
más que aceptables. Por ello pudo “sacar jugo” a una propuesta en
extremo plana, como lo es sin duda la “Suite Grand Canyon” de Ferde
Grofé. Tan plana, que fácilmente pudimos referenciar el tercer corte
(On the Trail) con las imágenes de “Viruta y Capulina”, o quizás más
acercándonos a los elementos del autor, a la del “Buggs Bunny” de la
década de los 30’s del siglo pasado. Aunque sabemos que el gran mérito
de tal compositor lo fue por haberse encargado de orquestar la
“Rhapsody in Blue” (1924), una de las composiciones cumbres de George
Gershwin, y de formar parte de la banda de Paul Whiteman (uno de los
primeros “jazzistas blancos” reconocidos) como pianista y arreglista.
¿Qué nos ofreció el fallido encuentro? La interpretación de un tema
titulado “Rincón Brujo-Huapango para Piano y Orquesta Sinfónica”, de
Héctor Infanzón, interpretado por él mismo, y que por su escaso o ralo
contenido, bien pudo haberse titulado “Un Fin de Semana en Sotavento
con David Lanz” o “Yo tenía mi Cascabel con una Cinta Morada Ad
Nauseam”. Y luego el “No Porque Me Acuerdo-Obra para Trío de Jazz y
Orquesta Sinfónica”, también de Infanzón, que parte de la estructura
del “Danzón” como forma bailable, pero que no logra desarrollar
plenamente, y más si tomamos en cuenta la muestra que para ello ya fijó
Arturo Márquez con su “Danzón No. 2”. No logra el autor e intérprete el
lograr la plena conjunción entre trío y orquesta, ya que esta última
solamente es referencial, por lo que no existe una adecuada
intercomunicación entre sus elementos conformadores, que apenas se
salva con la intervención solista del trompeta, y de manera muy
superficial. Y quizá porque no tuvo mucha ocupación el director, mejor
se dedicó a “dejar hacer” al trío, y reitero, “divertirse como enano”.
Y aquí explico que no pretendo señalar que Infanzón, García y Hernández
no merezcan estar en el escenario del Teatro Aguascalientes; por
supuesto que sí, pero no en tales condiciones, ya que mostraron sus
virtudes interpretativas en los temas estrictamente jazzísticos que
abordaron.
Por último, siempre he pensado que los músicos son personas muy
felices, puesto que con su trabajo y talento, hacen florecer infinidad
de emociones a los oyentes; sin embargo, en el caso, creo que ha de ser
muy difícil llamarse Héctor Infanzón, pretendiendo ser Michel Camilo,
al menos en la parte que se mostró el pasado viernes.
Bienvenida entonces y de nueva cuenta, la OSA. Con ella tengo la
interesante tarea de hacer crónica de su trabajo y mantener un canal de
comunicación abierto con los lectores de La Jornada Aguascalientes.
Octubre de 2009.
[1] UN MUSICO DE ORIGEN VIENES, QUE ABANDONO SU TIERRA NATAL CANSADO DE
TOCAR LINDOS VALSES, Y EMIGRO A LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA A
TOCAR MUSICA DE JAZZ, COMO SI EL MISMO LA HUBIERA INVENTADO, Y QUE
LAMENTABLEMENTE FALLECIÓ EN SEPTIEMBRE DE 2007.
[2] QUE AFIRMA QUE “…HAY UN VINO PARA CADA OCASIÓN, PARA CADA ÉPOCA
DEL AÑO Y PARA CADA PLATILLO…”, Y QUE ES PRECISAMENTE EL SOCIO DIRECTOR
DE “TIERRA DE VINOS”, QUE NO SOLO ES UN RESTAURANTE, SINO UNA ENOTECA
QUE ASIENTA 5 MIL BOTELLAS DE 600 PRODUCTORES DE 12 PAÍSES Y CUATRO
CONTINENTES.
[3] PLENAMENTE IDENTIFICADO EN EL AMBIENTE JAZZISTICO MEXICANO POR
SU MUY CONOCIDO TEMA DE “POR LA MAÑANA”, Y ETERNO MAESTRO DEL CITADO
EUGENIO TOUSSAINT.
[4] QUE TODAVIA CREE Y LUCHA POR UNA TELEVISIÓN CULTURAL ATRACTIVA,
DIVERTIDA, INTELIGENTE, PROPOSITIVA Y TAMBIEN GLAMUROSA, Y DURANTE
ALGUN TIEMPO COPRODUCTOR AL LADO DE EUGENIO TOUSSAINT DE ESPECIFICO
PROGRAMA EN CANAL 22.