Rodrigo Martínez del Río tiene 12 años y estudia el sexto grado de primaria. Aunque tomará clases de computación hasta que entre a la secundaria, hoy, cuando la propuesta del gobierno federal es incrementar impuestos a las telecomunicaciones, él ya piensa en emprender un negocio de elaboración de páginas Web.
Entrevistado por La Jornada Aguascalientes, el estudiante aguascalentense platicó que la computación “me empezó a gustar desde que tengo memoria; me gustaba dibujar en la computadora”.
Después, dice, conoció a un amigo con los mismos gustos y comenzó a
adentrarse más, ingresando a una comunidad virtual y por esto le surgió
la inquietud de tener su propia página de Internet. “Entonces me puse a
investigar lo de los servidores, pero costaba”, por lo que buscó
lugares para tener páginas de manera gratuita y ninguna la gustaba.
El saber hacer animaciones, como banners, era algo que había
aprendido por su cuenta, publicándolos en un blog de Word Press; pero
cuando aprendió un programa más complejo, se encontró con que había
cada vez más impedimentos para que sus trabajos pudieran publicarse y
decidió buscar más opciones.
Al mismo tiempo consiguió los tutoriales de varios programas e hizo
algunos intentos que no lo satisficieron porque “yo quería algo más
profesional”; fue entonces cuando le preguntó a su papá si conocía a
alguien que pudiera enseñarlo y se conectó con un amigo de él, que lo
instruyó en el uso de nuevos programas y codificación.
Rodrigo afirma, sin titubear, que le gustaría mucho estudiar y
dedicarse al diseño de espacios Web con fines de mercadotecnia, pues
dice que eso es lo que más le gusta de esta actividad, que permite “que
les vaya mejor” a los negocios que se anuncian.
Cuando se le pregunta cuántas horas pasa diariamente frente a la
computadora, sonríe y calcula que “todo el día” y es un día lo que,
afirma, le toma elaborar una página Web con todas las herramientas.
Además, como su mamá trabaja en la escuela donde él estudia, pero no
asiste los lunes, “me voy hasta las tres con el señor de ahí y es un
tiempo que puedo usar para la computadora y ahí entonces le avanzo”.
Es tal su habilidad en el diseño de animaciones y páginas de
Internet, que incluso las amistades que ha conocido por este medio han
sido sus primeros “clientes”; “desde el Word Press dije que podía hacer
banners”, señala, y fue así como comenzaron a pedirle trabajos que
hasta ahora no cobra.
Eso le dio la idea de iniciar esta actividad como negocio propio,
pero se topó con que las páginas donde se le permite hacerlo ponen el
requisito de la mayoría. Por ello, piensa recurrir al apoyo que siempre
le han dado sus padres, para que sean ellos quienes ingresen la cuenta
para que pueda realizar su actividad.
Y sus papás también han sido parte importante para que Rodrigo haya
podido aprender tanto a su corta edad, sin ponerse en peligro pues,
aunque ha hecho amistades con muchas personas a través del chat, “a mis
papás les cuento todo lo que hago”, para que ellos le hagan cualquier
recomendación.
Además, “yo cuando los conozco, les pregunto <¿cuántos años
tienes?> o cosas así y si veo que no me están preguntando nada, le
sigo con ellos”; además de que procura no revelar información sobre sí
mismo.
Rodrigo espera que para este año pueda comenzar a cobrar por su
talento; por lo pronto, dice, está investigando por qué medios puede
mejorar sus diseños, para incrementar la calidad de su trabajo.