Peligrosa polarización en el PRI. Dentro del círculo priísta se empieza a ver con temor el empecinamiento de dos de los cinco precandidatos a la gubernatura. Por un lado, Carlos Lozano de la Torre, senador, que en su mente no tiene otra cosa que ser candidato de su partido al gobierno de Aguascalientes, a grado tal que esa fijación podría llevarlo a cometer actos desesperados, como sería, si es que no fuera él el elegido, fracturar a su partido contendiendo por otras siglas, como las del PVEM o el PRD-PT-Convergencia. Es tema muy sobado ya, pero vale la pena recordarlo en este contexto.
El otro, a quien a últimas fechas ven con posturas muy parecidas a las de Lozano, es al alcade Gabriel Arellano, quien tardíamente está buscando tomar u obligar un liderazgo dentro del municipio cuando en los círculos del PRIcolor aún se le ve como un invitado del partido, más que como un activo del mismo (erróneamente, por la posición que ostenta). A pesar de eso, el poder de la chequera también hace peligroso a Arellano en un escenario de confrontación en caso de no ser él el ungido por el priísmo.
Por ejemplo, en caso de que los escenarios y las condiciones llegaran a darse, y como podría ser factible, que Arellano no fuera el candidato del PRI, y en remotísimo caso de que su compadre, Jaime del Conde llegara a ser candidato del PAN a la alcaldía, hay quien dentro del PRI no duda que Arellano podría aliarse con el panista, pues entre ambos más que amistad también hay lazos ideológicos muy profundos, como una religiosidad y conservadurismo a veces llevados al paroxismo.
Y en estos escenarios los propios actores ya pintan sus rayas. Tal es el caso de Héctor Hugo Olivares, que en una reunión sostenida con Lorena Martínez, otra aspirante, y el mencionado Lozano, les aseguró que en lo personal, si no es él el elegido, apoyaría a cualquiera de ellos dos. De Fernando Gómez ni habló, pero de Arellano sí; aseguró el profesor que a Arellano ni de broma lo apoyaría para la gubernatura; ello, aunque significara el ascenso de su sobrio Adrián Ventura a la alcaldía de la capital.
El otro que también ya pintó su raya fue Arellano, asegurándole a la gente de Martínez que él y su chequerota municipal no apoyarán a Carlos Lozano, ni remotamente. Lozano está en la misma postura, aunque aseguran que él solamente se apoyaría a sí mismo.
Lo peligroso de los extremos es que en las puntas tienden a juntarse cuando son de un mismo lazo…
Y a propósito de aspirantes a la gubernatura, gustó entre los compañeros líderes de opinión la nota de Mauricio Navarro, a propósito del financiamiento de “un grupo de amigos personales del alcalde” para la visita de la actriz Monserrat Olivier a nuestro estado. Sin embargo, la nota de Mauricio debería de ser el inicio de una andanada informativa en ese tema.
¿Quiénes financian los multimillonarios gastos de los aspirantes al 2010? Hasta donde se sabe, Martín Orozco no tiene ingresos extraordinarios, como para sustentar una estructura de cuando menos una decena de personas que trabajan con él y una presencia mediática constante. ¿Quiénes lo financian y con qué intereses? Si se tratara de acciones filantrópicas, sus respuestas, en el ámbito de lo privado, serían válidas. Pero se trata de quienes quisieran dirigir los destinos del estado y manejar recursos e información sumamente valiosa. ¿Qué ofrecen a cambio del apoyo?
En similares condiciones están Carlos Lozano y Lorena Martínez. En el caso del primero, su despliegue en medios es absolutamente inusitado en una pre-campaña. ¿Con qué interés sus “amigos” pagaron una presencia en horario Triple A de Televisa y TV Azteca? ¿Quiénes son esos amigos? ¿A qué se dedican?
La lista es larga, e incluye a José Luis Novales, Raúl Cuadra, Fernando Gómez y demás “aspirinos”. Transparentar sus ingresos debe ser el primer paso para convencernos de sus supuestas buenas intenciones. Si se trata de un financiamiento honesto y de empresarios y amigos bien intencionados ¿Por qué seguir ocultándolo?
El fin de semana hubo, cuando menos, tres eventos políticos de relevancia. Uno de ellos, la comida con la que Florentino Reyes Berlié, precandidato panista a la alcaldía, festejó su cumpleaños. El pasado viernes 16 se reunió con amigos en la escuela de futbol del Cruz Azul, provocando la primera de las suspicacias: ¿Por qué no en la del Necaxa?
Entre los asistentes destacaron: Narcizo Vázquez, presidente del CDM del PAN y uno de sus antecesores, Jesús Rodríguez Flores. Asimismo, se vio a Alfredo Morales Shaadi, Director General del IDEA; el Director del INEPJA, Jesús Chambon Arroyo; el Rector de la UPA, Jorge Guillén Muñoz; el Director del IAJU, y precandidato a una diputación local, Mario Álvarez Michaus; la ex diputada federal Alma Hilda Medina Macias, el ex diputado local Humberto Rodríguez Mijangos y Alfredo González, líder de la CTM, a veces, y aficionado al golf, de siempre.
La convivencia fue amenizada por Tony Luna y, según versiones, el festejo se prolongó hasta altas horas de la madrugada. Reyes Berlié, fiel a su costumbre, cantó y también fiel a su costumbre, no lo hizo muy entonado que digamos.
Otro de los eventos más importantes fue el homenaje a Clara Topete del Valle, madre del coordinador de los legisladores priístas, Fernando Palomino Topete. La mayor importancia del cónclave fue seguir delineando la posible alianza entre Palomino y Gabriel Arellano, luego de los constantes coqueteos de Fernando con los otros aspirantes a gobernador. El cerebro detrás del pacto, por cierto, también estuvo en el evento: Otto Granados Roldán, ex gobernador de Aguascalientes y segundo “coach” en importancia del alcalde capitalino. (El primero y original se llama Augusto Gómez Villanueva).
El discurso estuvo a cargo de otro “aspirino”, pero a diputado local, Mario Guevara Palomino, quien destacó la intensa labor social de “Clarita”, y dijo: “Reconocer la labor de Clara Luz Topete del Valle es también recordar y agradecer a aquella generación de mujeres y hombres que fomentaron la construcción del Aguascalientes de hoy, entidad que se distingue por su orden, su armonía y su progreso”.
