Ante la alerta por la fuga de gas metano en el sistema de drenaje en la ciudad no hubo necesidad de evacuar niños de alguna de las escuelas aledañas a la zona, ni hubo necesidad de sacar algún menor de las instituciones para brindarle atención médica porque las afecciones fueron menores, afirmo Óscar Ponce Hernández, director del Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA).
En el IEA desde muy temprano empezaron a recibir llamadas de escuelas de diferentes niveles reportando la situación del mal olor aunque todavía no sabían a ciencia cierta qué era lo que sucedía, por parte del instituto inmediatamente se pusieron en contacto con protección civil para recibir indicaciones, según el titular del instituto esta instrucciones fueron que los niños y los jóvenes estuvieran en una zona despejada, de preferencia en el patio del plantel donde hay mucha ventilación para disminuir las posibilidades de cualquier afección, además de tirar dos o tres cubetas de agua con jabón por el drenaje para aminorar los efectos.
Esta instrucción la dieron ellos a su vez a los directivos y
profesores de las escuelas, Ponce Hernández consideró que la respuesta
de parte del personal docente de las escuelas fue oportuno y eso
permitió dar una rápida respuesta a cualquier imprevisto que no pasó a
mayores.
El titular del IEA no precisó la cantidad de planteles que
estuvieron en riesgo por el percance y comentó sólo algunos ejemplos de
las escuelas que se reportaron vía telefónica, entre ellos la
preparatoria Las Américas donde el director actuó de manera rápida, la
escuela Valentín Gómez Farías que según comentaron era de las más
afectadas y sólo hubo tres niños con dolor de cabeza que la directora
atendió de manera inmediata. También estaba la Manuel Pérez Treviño.
“De manera general en el sistema educativo, los directores está
preparados para actuar de manera rápida y oportuna con el apoyo de las
actividades de las áreas de protección civil, cada escuela cuenta con
un comité de seguridad escolar conformado por padres de familia,
alumnos y maestros, donde tenemos una comunicación estrecha con las
instancias de seguridad, protección civil y salud”.
“No fue necesario evacuar ninguna de las escuelas y nos apegamos a
las indicaciones de protección civil porque evacuar las escuelas
también significaría poner en riesgo a los niños en la calle y nos
apegamos al plan de protección civil con que los niños estuvieran en
una zona con mucha ventilación”.
De los niños que tuvieron dolor de cabeza dijo tampoco fueron
trasladados a algún centro de salud porque las atenciones que ellos
requirieron fueron menores y la situación repitió no paso a mayores.
Aunque el personal parece estar al cien por ciento capacitado y en
comunicación constante para cualquier percance, no es así con la
infraestructura de los planteles donde no se cuenta con equipo o
adecuaciones en la instalación propias para un caso de incendio o como
en este caso una fuga dentro de la línea del drenaje de la que no se
sabía en esas horas de la mañana cómo sucedió, qué la provocó y de
alguna forma qué tanto riesgo implicaba.
“No podemos decir que no es necesario, siempre hay oportunidades en
la infraestructura, pero ante cualquier contingencia una de las
fortalezas que tenemos es la comunicación efectiva y prácticamente en
todas las comunidades hay un maestro, esto nos permite reaccionar de
manera pronta”.