Aunque todavía no se filtran los dictámenes correspondientes, lo que sí nos filtraron fuentes del Congreso local fue algo de la información que deberían contener en relación a las cuentas públicas del Poder Legislativo.
Resulta que el interés de algunos diputados por revisar, una por una, las facturas del comité de administración sí responde al disgusto por la política de austeridad, mas no por la reducción de las dietas.
Y es que, según nos contaron, dicho apretón de cinturón en el Congreso derivó de los excesos cometidos por el presidente y el secretario del comité de administración, Tagosam Salazar (quien todavía cree que puede ser alcalde) y Javier Luévano, junto con el secretario general Miguel Ángel Juárez, y el director administrativo, Noel Antelmo Ruiz Carrillo.
Entre estos gastos se encontraría la facturación al Congreso de 200 roscas, entregadas como regalo a nombre de Juárez Frías en el pasado mes de enero, además de varias facturas de “comidas” en el restaurante del hotel La Noria (en donde lo que sale sobrando, por lo regular, es precisamente la comida) y el viaje a España que los cuatro funcionarios en cuestión realizaron en agosto pasado.
Presuntamente, la bancada de Acción Nacional votó en contra de estas cuentas, mientras que el diputado Convergente, Vicente Pérez Almanza se abstuvo, argumentando que le parecía “corriente” revisar cada documento.
Y hablando de Pérez Almanza, en el foro que el diputado organizó para evaluar la factibilidad de derogar la el impuesto de tenencia vehicular el gran ausente –al menos de manera oficial- fue el Gobierno del Estado que, como bien señalaron los diputados, no se presentó a defender sus argumentos para mantener tal gravamen.
Pero no hizo mucha falta que digamos, pues además de unos cuantos participantes del público, el representante de la AMDA, Guillermo Rosales Zarate, presentó propuestas alternas, en todas las cuales consideró imposible que la tenencia desaparezca, aún cuando –aseguraron los legisladores- meses antes mantuviera una postura completamente opuesta a la que expresó ayer.
La impresión que su defensa del impuesto dejó en los organizadores y asistentes por parte del legislativo local fue el cuestionamiento de “¿cuánto le dieron?” en el gobierno del estado y de que fue en representación de Reynoso Femat.
Por cierto, el “Doctor” Solís Farías tendrá que explicar en función de qué define a la tenencia como un impuesto “regresivo”, ya que, evidentemente, este gravamen, por su composición, afecta más a quienes más gastan.
La tenencia tiene un factor que crece a medida de que se trata de un automóvil más caro, haciéndolo “progresivo”. Terrible, que algunos diputados pretendan sonar como eruditos con tremendas barbaridades, y con un discurso “populista de elites”.
En lugar de andarse poniendo “guapos” con tanta demagogia, proponemos a nuestros ínclitos diputados que organicen un foro para resolver el tema del transporte público, en el cual México sí presenta un atraso gravísimo que afecta, incluso, a la competitividad.
Y a propósito de diputados, otro ausente del foro sobre la tenencia vehicular fue Jesús Martínez, quien nos recordó ayer que la constitución le garantiza su libertad de expresión y que él puede ejercerla. Incluso, para intentar vetar a un aspirante a la Comisión Estatal de Derechos Humanos aun antes de que sea emitida la convocatoria correspondiente.
Seguramente Martínez debe de estar redoblando el paso en su campaña para la presidencia municipal de la capital, pues lo que era una candidatura prácticamente amarrada, con base a la alianza entre Luis Armando Reynoso Femat y Arturo González Estrada, se podría estar esfumando.
Desde Acción Nacional nos aseguran que los encuentros ríspidos entre Arturo y Jesús Martínez se han ido acumulando. Especialmente, porque más de un miembro del equipo de González Estrada se ha acercado con preocupación a plantearle un escenario catastrófico, en la medida en que Acción Nacional compita bajo la fórmula Cuadra-Martínez, la cual, aseguran, es la más débil según todos los escenarios que se han probado en distintas encuestas.
La realidad es que el consenso de todos los aspirantes, entre los que se incluyen Claudio González, Fernando Herrera y Florentino Reyes Berlié, es que Jesús Martínez sería un “candidato perdedor”. Por ello, se sabe, Arturo González trabaja a marchas forzadas para impulsar a un candidato que no sólo le garantice lealtad y espacios político-administrativos a su equipo, sino además la posibilidad de triunfo.
Ello, aunado a que el “amarre” entre el líder estatal del PAN y el gobernador sigue a la espera de una definición en lo que respecta a la candidatura para palacio mayor, pues, dicen los panistas, Reynoso sigue abriendo opciones en distintos partidos, en caso de que Raúl Cuadra no fuera el elegido.
Eso, pese a que todavía se marca como escenario “más probable” una negociación entre LARF y su dirigencia nacional (o sea, Felipe Calderón) para imponer al hoy diputado federal. No obstante, los demás panistas no se han cruzado de brazos, y muchos han apretado el paso en torno a la figura de Martín Orozco.
Tal es el caso de Felipe González Ramírez, dirigente del Consejo Coordinador Empresarial, quien sigue “dándose por muerto” rumbo al 2010, pero no deja de mostrar su abierta preferencia por el ex alcalde capitalino, quien, por cierto, goza de amistades tan generosas y bien intencionadas que financian su campaña, que ni se molesta en transparentarlas.
