Al reiterar lo expresado antier sobre que la aprobación del alza al IVA y al ISR, entre otros impuestos en el Congreso de la Unión sería una factura que el empresariado cobraría en las urnas en la elección de 2010, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Aguascalientes (CCEA), Felipe González Ramírez, consideró que “va a ser interesante” ver la postura de los empresarios que se postulen para una candidatura el año entrante “ante lo que sus partidos estuvieron aprobando en contra de la población y del empresariado”.
Aunque señaló que el CCEA está abierto y no dará una línea a seguir en cuanto al voto de sus miembros, Ramírez González afirmó que “lo que externo es que todo tiene un costo y se tendrá que pagar tarde o temprano”, considerando que el gobierno no está yendo a fondo con medidas como la desaparición del sindicato mexicano de electricistas (SME) o la reducción de dependencias, además de que no está reduciendo el gasto corriente.
A su vez, el presidente de la Confederación Patronal de la República
Mexicana (COPARMEX), Manuel Cadena Cruz, señaló que, aunque respeta la
postura del CCEA, “en Coparmex procuramos constantemente no mezclar el
tema partidista con el tema político”; sin embargo, admitió que la
ciudadanía “podrá identificar quién dio la propuesta y quién la
aprobó”, previendo que “habrá una tensión especial de por quién votar,
aunque no estoy seguro de qué forma o a favor de quién o en contra de
quién se vaya a dar”.
En ese sentido, avizoró dos formas posibles en las que actuará el
electorado ante los empresarios que logren las candidaturas: por un
lado, dijo, “puede castigarlos por formar parte de un partido que
aprobó lo que consideramos contrario al desarrollo”, o bien,
“beneficiarlos por formar parte de esa esperanza de que alguien que
conoce lo que no se hizo bien, pueda contrarrestarlo”.