El diputado federal priísta, David Hernández Vallín, defendió la aprobación en el alza en los impuestos por parte del grupo parlamentario de su partido, señalando que quien tendrá que reconocer el costo político es el Partido Acción Nacional (PAN) y no el tricolor, debido a que el gobierno federal fue quien a su parecer originó el boquete fiscal.
Comentó a diferencia del presidente estatal del PRI, Isidoro Armendáriz García, que los gobernadores no tuvieron injerencia mayor en la decisión de los legisladores, agregando que todo fue construido a partir de los consensos entre los propios mandatarios estatales, los diputados y la dirigencia del partido.
Enfatizó en que ésta es una de las medidas que requiere el país para
el impulso de la economía y la generación de empleo, justificándose en
que solamente de esta forma podrían apoyar a que existieran mejores
condiciones de desarrollo económico.
Fueron más de ocho horas en las que hubo una discusión para poder
discernir entre los integrantes de la cámara para la aprobación de esta
alza a los gravámenes, confesando que desde ese momento estuvo a favor
de del incremento.
“En la propuesta que nos envió el Ejecutivo, la recaudación iba a
ser por 172 mil millones de pesos y en la propuesta ya con los ajustes
que le hizo la bancada del PRI, son de 116 mil millones de pesos, hay
un ahorro importante donde no se encajó la uña a los ciudadanos”.
Destacó que el Impuesto Sobre la Renta (ISR) solamente lo absorberán
quienes cobren más de cuatro salarios mínimos, subrayado que esta es
“la decisión que consideramos mejor en este momento”, argumentando que
el incremento de uno por ciento al cobro del Impuesto al Valor Agregado
(IVA) no estará aplicándose a medicinas y alimentos tal como estaba
planteado por el gobierno federal.
Aunque reconoció después que estos gravámenes no son los más
populares entre la sociedad, tampoco podían mantenerse al margen de la
realidad del país y “será en los próximos meses cuando se aclaren todas
las dudas del porqué el PRI aprobó esta propuesta”, reiterando que no
fue una conclusión irresponsable.
Después de conocerse que los senadores estuvieron reunidos a puerta
cerrada para abrir la posibilidad en la que den marcha atrás a esta
propuesta de ingresos, Hernández Vallín opinó lo contrario y declaró
que hay consenso con los integrantes de la cámara alta, viendo difícil
que la propuesta sea regresada a los diputados federales, sin embargo
dijo, que dentro de su cámara deberán de estar en toda la disposición
para solucionar las aclaraciones de los integrantes de la cámara alta.
Por otro lado, agregó que los gobiernos estatales y municipales
necesitan recursos, contemplando que el alza a los impuestos se tomó a
partir de una actuación “responsable” del PRI. Aunque dijo estará a
favor de una gran reforma integral por los temas pendientes que están
al descubierto, indicó que en un mes, el tiempo aproximado con el que
cuentan para aprobar la ley de ingresos, es difícil contar con todos
los requerimientos que implican un cambio de fondo en las adecuaciones
del marco fiscal regulatorio.
Mientras tanto, su homóloga priísta, Margarita Gallegos Soto fue
buscada por este diario vía telefónica a lo cual uno de sus asistentes
informó que estaba en una reunión, aunque fue buscada más tarde no hubo
contestación alguna.
Lo mismo sucedió con los diputados federales por el PAN, Raúl Cuadra
García, Antonio Arámbula López y Nancy González Ulloa, quienes apagaron
sus teléfonos celulares hasta el cierre de la edición.
Por su parte, la diputada Lourdes Reynoso Femat, por medio de un
boletín de prensa, se refirió a la necesidad de fortalecer las finanzas
públicas, a través de impuestos bien planeados, de manera que coincidió
en que se votó por un paquete que habla de la responsabilidad
tributaria, pero que también marca la austeridad en el manejo de los
dineros y de la rendición de cuentas.
Finalmente Reynoso Femat se sumó a los señalamientos de los panistas
que integran la Comisión de Hacienda, al calificar de impositivo el
paquete, pero que también, recalcó, hay muestras claras del esfuerzo
por reducir el gasto por parte del gobierno federal. “Este es un
paquete equilibrado, que hace moderados aumentos, son esfuerzos
impositivos, es cierto, pero también hay severos impuestos en materia
de gasto”, concluyó.
