Leticia tiene 24 años de edad, por estar sometida a un estrés muy fuerte en su trabajo sufrió un par de embolias en menos de un mes, eso le provocó la parálisis de la mitad de su cuerpo y por ende está en una silla de ruedas que quizá sea temporal. Los espacios para estacionamiento de discapacitados están bloqueados, no todas las banquetas tienen rampas, atravesar una avenida es una acción temeraria, por su discapacidad se quedó sin trabajo y todas las noches sale a vender cajas de cerillos pintadas por ella misma, nunca antes se imaginó las dificultades que vive una persona con discapacidad.
Afortunadamente se recuperó, volvió a caminar, pero desde entonces ella no invade espacios de estacionamiento para discapacitados, es una maestra en el manejo de la silla de ruedas, pero también se cuestiona porqué las autoridades no han pensado un poco en las dificultades de una persona que un día tiene todas las capacidades de movilidad, al día siguiente ya no y eso le limita su capacidad de movimiento.
En Aguascalientes, comentó Marco Antonio Haro y José Carlos Rangel
personas con discapacidad y se han enfrentado a la imposibilidad de
hacer algún trámite o acceder a un espacio público porque no existe
forma de subir a un segundo piso o como en la biblioteca Torres Bodet,
donde por el rehilete no pueden entrar las sillas de ruedas y la puerta
de un costado no la pueden abrir.
En la mayoría de los edificios públicos no hay acceso para
discapacitados y donde los hay están obstruidos o simplemente no están
adecuados para que entren todo tipo de sillas de ruedas, así no se
puede hablar de accesibilidad porque en todo caso es un esfuerzo por
mitad. Para Marco Antonio Haro, más allá del tiempo que una persona
discapacitada pueda tardarse en entrar a un espacio o moverse es el
riesgo que esto significa, su silla de ruedas o sus bastones son su
único sostén y una caída, como para cualquier otra persona, podría
llegar a ser mortal o cuando menos muy peligrosa.
La falta de accesibilidad les ha negado la entrada a edificios
públicos, empresas, escuelas, espacios recreativos o donde hay
actividades culturales y estas son cuestiones que están marcadas dentro
de la ley de integración social y productiva de personas con
discapacidad, hay varios apartados donde se marca que la disponibilidad
de los espacios es un requisito para su desarrollo integral.
Haro recordó el caso de la rampa de acceso que instalaron para subir
el Centro Comercial El Parián, que en la parte alta tiene un batiente
que impide el acceso de las sillas de ruedas, sin embargo la
justificación para no hacer el cambio necesario fue que no le convenía
a los comerciantes porque finalmente las personas con discapacidad con
realmente pocas. Otro caso del que ellos tuvieron conocimiento fue el
de un niño en una secundaria al que le negaban el acceso porque el
salón estaba en una segunda planta y él traía silla de ruedas.
Otro de los fenómenos que ellos denunciaron fue la falta de cajones
de estacionamiento disponibles para las personas con discapacidad, en
el caso específico de los que se encontraban sobre la calle Juan de
Montoro, que luego se destinó para un tranvía turístico y ahora es para
los diputados, los automóviles de los medios de comunicación o algún
influyente que sí pueda convencer al agente de tránsito de que nada
pasa si sólo se entretiene cinco minutos, pero no para las personas con
discapacidad que tanta dificultad tienen para moverse.
“Nosotros no queremos que nos tengan consideración o lástima
simplemente que nos den los derechos que nos corresponden y nos ayuden
a tener un mejor acceso para desarrollarnos”.
Eso sin contar que ellos no sólo hablan de personas con discapacidad
sino también de los adultos mayores que en su gran mayoría tienen
limitada la movilidad por la edad y sus problemas de salud, lo que
ellos buscan no es ser prepotentes o arbitrarios, sino más bien que las
personas sean conscientes de que ellos también pudieran ser
discapacitados y no necesitan serlo para entender.
Finalmente Marco Antonio Haro señaló que no todo es negro en esta
historia de discapacidad, ellos por su cuenta han aprendido mucho para
encontrar la forma de valerse por sí mismos, agradeció a los taxistas
que en ocasiones los apoyan y a todas las personas que sí se
solidarizan y son conscientes de que la discapacidad no es propia de un
tipo de personas exclusivamente, cualquiera está expuesto.