El mano a mano entre Arturo Macías “El cejas” y Joselito Adame, ayer en Zacatecas, olió a sucesión, pero no del vecino estado, sino de Aguascalientes.
Y es que todos los gallos (con posibilidades) fueron a la pelea, empezando, por supuesto, por el gobernador Luis Armando Reynoso Femat, que acompañó a Amalia García en la quinta fila de barrera de sombra. Por cierto, a Amalia le fue bien en esta feria. El jueves, en el palenque, el público le aplaudió de pie.
Reynoso no fue solo, por supuesto. Además de su esposa, la señora Carmelín López, iba acompañado de su delfín, Raúl Cuadra, quien por cierto, no ha podido esbozar un solo argumento coherente en donde se defiendan los impuestos pro-cíclicos que propone Felipe Calderón. Y tampoco salió solo Reynoso; se fue con su otro “gallo”, Carlos Lozano, y con el empresario José Aguirre Campos y el ex gobernador de Coahuila Enrique Martínez y Martínez.
A unos cuantos asientos de Reynoso estuvo el alcalde Gabriel Arellano, quien asistió con toda su familia y su “hombre de confianza” Alberto Gómez, coordinador de Comunicación Social. Gabriel estuvo pleno, en su ambiente, y no paró de hacer bromas a cuanto hidrocálido estuvo “a tiro de pieda”. También a unos pasos estaba Lorena Martínez, acompañada de Paty Muñoz y Gabriel Ramírez Pasillas. A mitad de la corrida, el presidente de la CMIC, Miguel Ángel Godínez Antillón, se acercó con la Martínez, a quien saludó como “gobernadora”.
Por la misma zona, un poco más distante de estos grupos, se vio al ex alcalde Martín Orozco. No faltó quien preguntara si fue hasta la Monumental de Zacatecas a pedirle audiencia al gobernador Reynoso Femat. Además de ellos, se pudo ver al coordinador de los diputados priistas, Fernando Palomino Topete (quien fue con su esposa, y todo el Ottismo), al diputado Enrique Rangel y a Roberto Padilla Márquez.
La asistencia a la corrida valió la pena, y no sólo por la clase de Joselito y la valentía de “El cejas”, que se pudieron mostrar en dos toros que regalaron en una larga tarde. Sino porque La Purísima pudo acceder a información exclusiva, como suele suceder con esta columna. Tres auténticas bombas.
La primera de ellas es que Gabriel Arellano terminará los pasos a desnivel antes de lo planeado. Seguramente usted conocerá la versión de que el alcalde acabaría las obras a finales de febrero, y pediría licencia para buscar la gubernatura. Pues parece que las obras van tan bien que no será necesario esperar tanto para la campaña. Entre la segunda quincena de enero, y la primera de febrero, los hidrocálidos podrían recibir su regalo de reyes, con estas necesarias obras viales.
La segunda, no menos importante, es que Lorena Martínez callará bocas a quienes dicen que su oportunidad de ser gobernadora se ha esfumado con su cargo de diputada federal. Por ahí del 15 de octubre, Lorena se incorporará al Comité Ejecutivo Nacional del PRI como Secretaria General adjunta. Es decir, en la crema y nata del priismo.
Y para los que estaban preocupados por el cambio de discurso de la Martínez, que se había ido suavizando, Lorena les manda un mensaje: se sorprenderán de la campaña que lanzará en unas cuantas semanas. Será “provocativa”, dice, y muy crítica.
P.D. También a Carlos Lozano se le ve más cómodo. La semana pasada, cuenta el senador, fue a una cena con un alto directivo de Chivas Regal (la marca de whisky, no vaya a creer usted que Vergara tiene algo qué ver). Carlos le preguntó: “¿Cómo van las ventas?”, a lo que el directivo le contestó “Pues ha sido un tiempo difícil”. Inmediatamente, Lozano reviró: “pues es que ya no estoy tomando”. ¡Y vaya que al senador se le ve más concentrado!